Esto acaba de empezar. INCLUYE 2nda TEMPORADA TERMINADA.

Capítulo 19.2.

Salen al gran salón donde todos los asistentes se encuentran levantando, esperando a la novia. La música escogida por Roi suena. Las tres caminan hacia el altar, con Ana delante. Aitana no puede ver a los chicos, solo cuando llega a la altura del altar. Mira a Roi por un segundo, a este le brillan los ojos de felicidad, pero después su mirada se posa en quien está a su lado.

Luis, con un traje negro, camisa negra y sin corbata la mira. No sabría descifrar su mirada: entre feliz y disgustado, entre risueño y apagado. Todos se colocan en sus sitios: Ana y Roi delante del concejal que va a oficiar la boda y los demás en unos asientos dispuestos exclusivamente para ellos 4. A Aitana le toca sentarse al lado de Luis y no puede concentrarse en ningún momento en la ceremonia. 

Después de 15 minutos, Roi dice unas palabras para Ana que hacen llorar a todo el público. También a Ana y al concejal. Después Ana dice lo propio y solo falta llamar a los padrinos para que estampen su firma en el papel y les den sus anillos. 

Aitana lleva el de Ana para Roi, no se fiaba de que Amaia lo fuese a perder. Luis le da a Roi el suyo para Ana. Vuelven a sus asientos, no sin antes cruzar una mirada entre los dos portadores.

La ceremonia termina con un beso largo de los dos y gritos de la gente. Todos, familia, amigos, se hacen fotos con los recién casados. Con ello pierden más tiempo que con la boda en sí. 

Pasan a la sala contigua, aunque se mantienen todos de pie. Los camareros van pasando con bandejas y bebidas. Luis les lleva una copa a cada uno de vino tinto, también a Aitana. Solo están Amaia, Alfred, ella y él. Los novios siguen aún hablando con los invitados y recibiendo elogios. Entre ellos cuatro hablan de la boda y de cosas banales sin llegar a un tema concreto. Las miradas entre Amaia y Alfred son recurrentes. Luis y Aitana no dicen muchas palabras, pero ella tiene solo una frase que decirle. 

Cunando van a sentarse, Ana les avisa que es el momento de subirse al escenario. Todos esperan a que Amaia y Alfred sean los que se marchen para allá, pero Luis se sorprende al ver a Aitana que deja su poca de vino para irse con ellos dos. Antes de desaparecer se acerca a Luis y le dice algo que solo él puede oír.

-Espero que te guste. 

En el escenario Amaia al piano y Alfred a la guitarra, aunque este último tiene los dedos parados y aún no está usando su instrumento. Amaia por el contrario empieza a entonar una melodía que al instante acompaña Aitana con su voz.

Yo sé que fue por mi que acabó esta historia
Y queda en manos de mi memoria
Que por las noches te pueda ver
 Porque nunca admití estar enamorada
Siempre lo supe y no dije nada
Mi corazón se quiso esconder
 Dirá la gente que yo estoy loca
Si yo estoy loca, es porque andas en mi cabeza
Quise obligarme a olvidar tu boca
Y ahora mi boca dirá que si tu regresas

Ella, que ha estado todo el rato con la cabeza en el suelo y cerrando los ojos para no ver, al fin mira al público. Lo mira él. A Luis, al que ha estado siempre para ella y el estómago le da un vuelco y el corazón se acelera.

 Vas a quedarte
Porque te juro que esta vez voy a cuidarte
A nuestra historia le hace falta una segunda parte
Aunque nos digan que eso nunca sale bien

 Vas a quedarte
Yo haré de todo por volver a enamorarte
Yo tengo miedo porque nunca pude reemplazarte
Y si lo intentas te prometo que esta vez vas a quedarte
 

Luis la mira y sonríe. Nunca ha sido más feliz. Escucha cada una de las palabras que dice esa canción y las siente suyas, su historia. Aitana casi no lo puede ver, pero él está llorando. Roi le mira y va al lado de su amigo. Ana al verlo hace lo mismo y siguen viendo a Aitana y repasando cada una de sus palabras.

Yo que me acostumbré a estar arrepentida
Sigo esperando a que llegue el día
En el que decidas volverme a ver
 Yo que nunca admití estar enamorada
Siempre lo supe y no dije nada

Quise gritarlo y no dije nada
 Dirá la gente que yo estoy loca
Si yo estoy loca, es porque andas en mi cabeza
Quise obligarme a olvidar tu boca
Y ahora mi boca dirá que si tu regresas 

 La guitarra con Alfred empieza a sonar. Aitana mira a Ana, está llorando tamién. Roi la abraza y mira de reojo a Luis una vez más. Amaia está en el piano llorando, a pesar de que no es la primera vez que escucha esa canción, al igual que Alfred han estado ensayando un poco antes de la ceremonia.

Vas a quedarte
Porque te juro que esta vez voy a cuidarte
A nuestra historia le hace falta una segunda parte
Aunque nos digan que eso nunca sale bien
Vas a quedarte

Yo haré de todo por volver a enamorarte
Yo tengo miedo porque nunca pude reemplazarte
Y si lo intentas te prometo que esta vez...

La voz de Aitana se apaga un poco para cantar la siguiente estrofa y ella juraría que no había nadie más allí que Luis, porque no puede ver a nadie más. El siguiente vas a quedarte rompe con todo y los aplausos de los demás allí presentes se oyen de fondo en su mente, mientras tiene delante de sí la imagen de Luis vestido de negro yendo hacia ella entre la multitud.
 

Lo mira a él, a Luis. Sus ojos se cruzan. Y ya no vuelve a despegarlos hasta el final de la canción.

 Vas a quedarte
 Porque aunque sé que te perdí voy a buscarte
Y sé que no podré dormir hasta encontrarte
Y prometí a mi corazón volverte a ver 

 Vas a quedarte

Yo haré de todo por volver a enamorarte
Yo tengo miedo porque nunca pude reemplazarte
Y si lo intentas te prometo que esta vez vas a quedarte.  

Todos aplauden. Aitana se sonroja pero antes de que pueda hacer algo más tiene a Luis a su lado.

-Te quiero. -Dice ella antes de que nadie más hable. Están delante de un comedor lleno de gente. A pesar de que Aitana ha bajado ya del escenario todos los están mirando. Luis está llorando y la besa contagiando esa felicidad en ella. Se abrazan, más bien se apretujan como unos días atrás intentó Luis en la cama del hotel.

Amaia y Alfred se acercan. Roi y Ana no pueden no ir. Aquel acontecimiento es más importante que su boda. Cuando Aitana y Luis se despegan y miran a su alrededor, ven a sus mejores amigos ahí, donde estuvieron siempre esperando a que todo se arreglase, ayudándolos y cuidando de ellos. Porque cualquiera tiene un mal momento, pero no se deja de querer de la noche a la mañana.

Los demás se unen a ese abrazo y empiezan a sonar las primeras palabras.

-Por fin! -Grita Ana.

-Ya era hora, macho. -Decía Roi con los ojos llorosos.

-Cuanto nos habéis costado... -Les decía Alfred sonriendo.

Amaia no dice nada, solo los abraza fuerte, esperando a que jamás se vuelvan a separar, a que jamás vuelvan a dejar de ser ellos. Porque juntos son una familia y las familias siempre estarán unidas, pase lo que pase.

FIN

Gracias por llegar hasta aquí en esta segunda parte.

Me podéis seguir en @InhumanaLL en twitter y en mi otra novela que pronto retomaré, también de Aiteda.