Me quedé varias horas en mi habitación, leí, escribí en mi diario, traté de dormir cuando ya se hizo de tarde pero no lo conseguí. No paraba de recordar la conversación que tuve con mamá hace poco, y no me gustaba recordar lo vulnerable que fui en ese momento, lo patética que era por no lograr olvidarme de todo lo que ella nos causó. Siempre pensé que era lo suficientemente madura para poder hablarle de mis sentimientos sin llorar, pero hoy demostré lo contrario.
Bajé las escaleras pensando que tenía que disculparme con todos, por lo testaruda y fría que fui con ellos. Busqué en la sala, en la cocina, el garaje y sus habitaciones pero todo estaba vacío, así que me senté en la sala a ver televisión.
Media hora después mi estómago se comunicó conmigo diciendo que tenía hambre, así que fui a la cocina a buscar algo ya pre-hecho. Ya estando allá, vi una hoja en la mesa con algo escrito y me quedé estupefacta.
"No me olvides, yo nunca lo haré.
Mamá"
Era un post-it azul diciendo que papá, Ryan y Dylan estaban en la ferretería y que volverían pronto.
"Genial, casi me da un infarto ver un post-it azul" pensé. Quito la nota de la mesa y comienzo a cortar los ingredientes para un sandwich.
Volví a la sala cuando terminé de hacer mi sandwich y me dispuse a terminar el anime que tanto tiempo había esperado.
. . .
Pasó una hora y aún mi familia no había llegado, así que seguí comiendo y viendo anime sin preocuparme por mañana lunes, que tengo un examen de inglés.
Al ver la fecha, mis brazos comenzó a temblar ligeramente, siguiendo de mis labios y luego mis piernas.
28 de febrero...
Después de todo, papá tenía razón ¿eh?
Feliz cumpleaños para mí...
-Por dios, que penosa soy...- susurré mirando al piso. Terminé de comer el sandwich que había preparado y subí las escaleras con el fin de llegar a mi habitación. Estaba demasiado cansada para pensar en mi familia y en que quería disculparme con ellos. Pues al fin y al cabo terminé durmiendo en el momento que toqué mi almohada.
-¡Mamá, volviste!
-¿Quieres jugar, Melissa?- dijo mientras se acercaba al parque. El sol estaba resplandeciente ese día, tanto, que cualquiera podría quedarse ciego. Mientras más cerca estaba del parque, menos la podía ver, mamá se convertía en una sombra gracias a la potencia que el sol mostraba. Me acerqué a ella pero su mano no podía encontrar, solo veía su largo pelo negro rizado moverse mientras se acercaba al sol. Yo seguía corriendo tratando de alcanzarla mientras ella seguía hablando y riendo -¡Vamos a jugar, Melissa! ¡Ven!- mamá seguía avanzando hacia el resplandeciente sol. Ya no podía escuchar su voz ni ver su sonrisa, solo la enorme mancha negra lejana de su pelo.
-¡Mamá, mamá! ¡¿Dónde estás?!- grité con lágrimas en mis ojos mientras seguía corriendo hacia el parque, ya le faltaba poco para verla desaparecer por completo, se alejaba más y más y yo no podía alcanzarla, ella desaparecía como una explosión silenciosa llena de luz, el sol me dejó sin vista por varios minutos gracias a la gran iluminación que la explosión de mamá causó, justo antes de que desapareciera por completo, ella se volteó y con una sonrisa me dijo:
-No me olvides, Melissa. Yo no lo haré.
. . .
Salté en la cama con lágrimas en los ojos, mi frente perlada de sudor y mi corazón a mil por hora. Mis manos estaban temblando mientras mi mente repetía cada segundo de mi sueño.
Fue un sueño, tan solo un sueño.
Cuando todas mis lágrimas salieron de mis ojos y mi vista se aclaró, me sorprendí al ver el rostro de una sombra. Las emociones que sus ojos emitían eran difíciles de explicar, los tenía llorosos y su nariz un poco roja. Aún seguía atontada por haberme despertado de golpe y por eso, al ver sus ojos, supuse que era Ryan. Ese idiota sentimental.
La sombra bajó su mirada mientras yo seguía tratando de decifrar quién era -No sabía lo que te pasaba- dijo poniendo sus manos en su regazo y formándolas como puños. -Estaba sumamente asustado, yo...- al volver a escuchar su voz me di cuenta quién era tal sombra triste y preocupada.
-¿Papá?- logré susurrar con un poco de esfuerzo gracias a mi boca reseca.
-Estabas temblando, y ver tu rostro comprimido por el dolor me asustaba más. No sabía qué hacer pues estabas durmiendo...
-Perdóname, papá- lo abracé interrumpiéndolo- Perdón por haber sido tan ciega y tonta ayer, sé lo mucho que sufriste con la falta de mamá aquí y yo siendo la inmadura que soy no quise aceptar mis alucinaciones, perdón por haberte hecho preocuparte por mi y por haberte asustado. Quiero mejorar, quiero olvidarme de mis alucinaciones y volver a estar unidos como familia.
-Melissa, no digas eso. Yo te amo y es mi deber como padre preocuparme por ti. Te prometo que volveremos a estar juntos y felices como la familia que éramos- dijo papá respondiendo a mi abrazo, un poco más calmado pero aún con la nariz rojiza. Nos mantuvimos en silencio y paz abrazandonos, dándonos ese apoyo que con palabras es imposible de expresar. En ese momento supe que este era el comienzo de la recuperación de nuestros pedazos rotos. El comienzo del proceso para unir nuestras piezas y alejarnos de la melancolía.
Era el comienzo de nuestra recuperación.
Mientras nos manteníamos en silencio me olvidé por completo de que hoy era lunes, y que tenía un examen hasta que papá habló.
-Bueno, ya hablaremos más de eso después. Tienes un examen hoy- negué con la cabeza, haciendome la loca- No lo niegues Melissa, sabes que eres horrible mintiendo.
-¡Claro que no!- dije con un tono ofendido demasiado intenso y exagerado, hice un ademán con la mano que me recordó a los dramáticos de mis hermanos. Papá levantó una ceja y con una pequeña sonrisa me miró como si dijera "Lo acabas de enseñar".
-Ya voy, ya voy- respondí a su silencio mientras una sonrisa comenzaba a mostrarse en mi rostro.
Hoy será un buen día...
N/A
¡Capítulo seis terminado! Espero que les esté gustando porque a mí me encanta. Tenía ganas de mostrarle un poco la familia de Melissa desde los últimos capítulos de Ojos Cafés. No tengo muchas cosas que decir solo que los adoro y que gracias por seguir apoyando mi loca historia.
Si les gusta dejenme saberlo votando este capítulo y si quieren hasta comentar.
<3 Lov ya
Leticia Valdez
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Antes de Tus Ojos Cafés [DETENIDA]
Teen FictionProblemas familiares y escolares. Recuerdos dolorosos y posibles alucinaciones. Eso era lo que a una Melissa de 14 años le sucedía en el transcurso de su adolescencia. Ella quería dejar de recordar, quería dejar de sentirse culpable. Ella quería...