Mi segunda clase comenzó con murmullos y leves risas.
Eso no me molestó porque como les había dicho, estoy acostumbrada a ello. El único problemita, énfasis en problemita, era que mi compañera de la clase es la "querida-por-todos-Señora de las Sombras". Y aunque ella debería estar en un curso mayor al mío, pasó algo con sus exámenes finales y básicamente reprobó. Nadie la molesta con eso por lo que pasó con un chico el año pasado. Bueno... es una larga historia, solo digamos que luego de eso el chico ni siquiera habla. A pesar de haber reprobado, este año ella ha sido una de las mejores de todo el curso. Bueno, la tercera mejor, yo soy la segunda del curso. Lo único en que no soy tan buena es idiomas, inglés para ser precisos. Tal vez una de las razones por las que me odia es por ser mejor que ella, no lo sé.
El problema no es solo por las miradas que nuestros curiosos compañeros nos brindaban que me tenían nerviosa, ni porque cada vez que intentaba pedirle un sacapuntas a la chica de al lado, ella me ignoraba y siempre que hablaba había un silencio brutal, la profesora me escuchaba y me quitaba dos puntos, tampoco era porque la Señora se negaba a trabajar conmigo y me obligaba a hacerlo todo yo. Oh no. El problema era la combinación Sombras. Verás, la combinación Sombras es todo lo malo que te puedes imaginar, en un solo lugar o un momento concentrado. Imagínate los robos y matanzas anuales, terremotos que terminan horriblemente mal, injusticia en las leyes, enfermedades severas, hasta cuando crees que queda helado en casa y estás preparado para un maratón de tu serie favorita, vas y ves que no hay nada. Todo eso, en un solo momento, al mismo tiempo. Eso es la combinación Sombras. Está compuesto también por las 6 personas más insoportables que encontrarás en toda la escuela. Estas son como un huracán, solo que menos peligrosas y más insoportables. En definitiva más insoportables. En esas seis personas hay una que las guía en el trayecto llamado estupidez. Se hace llamar Señora de Las Sombras, tal vez ya escucharon de ella. En fin, lo que más me tenía de quicio era todos los murmullos que la Señora y sus Sombras, quiénes estaban justo detrás de mí, decían. Cada falsedad sobre mí los convertían en un rumor. Todos lo escuchaban, todos estaban absortos ante la idea de saber algo nuevo sobre alguien que realmente no conocen. Lo que más me molestaba no era saber que ellos escuchaban, sino exactamente qué escuchaban.
-Oye ¿Escuchaste lo que le dijo Melissa a Susan?- dijo una chica rubia con máscara y labial de forma un tanto exagerada. La Sombra n°5.
-Síí, que pena que la pobre de Susan pase por esto. Ella solo quería darle una sorpresa ¿cierto?- aquí se presenta la Sombra n°2, una de las más cercanas a la Señora.
-Es cierto. Pero ¿qué fue lo que Melissa le dijo?-añadió una pelirroja con falsa inocencia. La n°4.
-Sabes que a primera hora, ambas no fueron al examen de inglés porque estaban en la oficina del director- dijo la n°2 mientras que las demás asintieron, sabiendo que todo el curso las escuchaba- en ese momento tuve que salir del aula y las encontré frente a la oficina del director. La pobre Susan estaba atemorizada mientras Melissa la amenazaba y gritaba como loca.- se detuvo solo para ver la expresión de los demás, los cuáles no estaban si quiera disimulando- incluso escuché a Susan disculparse 7 veces, pero ella no le hizo caso y continuó hablando, fue horrible- murmullos llenaron la habitación luego de que todos escucharon lo que la Sombra n°2 tenía que decir. Mientras que los demás no paraban de mirarse entre sí, murmurar y luego girarse a mi dirección, yo estaba con una expresión despreocupada, siguiendo con mi trabajo fingiendo que no había esuchado todo eso. Estaba controlando mi respiración, apretando el lápiz cuando vi la sonrisa de satisfacción que la estúpida cara de la Señora de las Sombras mostraba. Ella sabía que eso era falso, y sus Sombras no son para nada autónomas y útiles en ese caso, ellas solo siguen las mentiras que Susan les dice. Así que probablemente la que creó esa mentira fue la Señora misma.
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Antes de Tus Ojos Cafés [DETENIDA]
Novela JuvenilProblemas familiares y escolares. Recuerdos dolorosos y posibles alucinaciones. Eso era lo que a una Melissa de 14 años le sucedía en el transcurso de su adolescencia. Ella quería dejar de recordar, quería dejar de sentirse culpable. Ella quería...