Erase una vez, una pequeña niña de mente curiosa. Era nueva en esto de la vida y todo lo que tenía como guía era algo llamado "conciencia". Le enseñaba a hacer las cosas. Le enseñaba a como debía vivir, pero pobre de la niña, seguía teniendo dudas sobre el sentido de todo esto .
-¿Para que me esfuerzo? .
- No quieres defraudar a tu familia, a tu padre.
-¿Por que no simplemente paro?. Esto es difícil y...
-No puedes. Quieres sentir cosas nuevas. Nos aterra la idea de dejar de respirar. Si mueres, tus padre morirán contigo.
-¿I si intento ser diferente?. Podría...
-No lo hagas. ¿¡Estas loca?!. Si empiezas a ser una rara te dejaran de lado. No quieres estar sola, nadie quiere. Haz las cosas como todos ,como siempre se han hecho.
-Pe-pero...
-Pero nada.Irás con las demás chicas, no te acerques mucho a los chicos te llamaran "marimacho"o peor, "fresca".
-¿Pero puedo intentar algo nuevo verdad?, puedo estudiar artes o...
-¿Artes? ¿Quieres morirte de hambre o que?. Si te sale mal tu padre se decepcionará de ti y no queremos eso.Mira Lana ella estudiará medicina, será una gran medica.
-Bien...supongo que puedo estudiar enfermería.
-Si, no creo que llegarás a doctora. Ahora ponte la falda rosa, te queda bien.
-Es algo incomoda y...
-Las demás iban a llevar falda, ¿No querrás que te tachen de hipócrita no?. Te han invitado a llevar falda con ellas, se agradecida y ponte la falda.
La niña miraba al suelo con mirada perdida. Seguía sin verle el sentido a todo esto, pero tenía miedo. Miedo a que todo lo que su consciencia decía se cumpliera. Que la dejaran sola, que su padre dejará de sentirse orgulloso de ella, que la tacharán de fresca por jugar con algunos chicos. Ella no quería llorar mas, ya había intentado ser diferente. Ya sabía como se sentía. Cogió la falda y escondió en un pequeño cajón su reprimido corazón.
-Te prometo que te haré caso alguna vez, solo dejame tiempo para respirar en mi asfixia...
Su susurro lleno el pequeño cajón. Con delicadeza y ternura cerró el cajón. Miro al frente y sonrió. Se levantó de un salto con la falda entre las manos y respondió mientras secaba una lagrima que manchaba su pálida mejilla.
-Claro Conciencia, no te decepcionaré.
--Así me gusta. Lo hago por tu bien querida...
