Hoy me encuentro sentado mirando aquel reloj enorme, hecho de madera oscura y con unas manecillas color oro, puedo ver como el segundero se mueve rápido y pausadamente, frente a mí yace un cuaderno de dibujo, con mi nombre impreso en el con tinta color negro, al abrirlo el dibujo que me recibe es uno muy viejo, en el cual se puede ver a un chico sonriente saludando, como si estuviese dibujado así apropósito, al recordar la historia de aquel dibujo me doy cuenta de que siempre dibujaba lo mismo pues no sabía hacer otras cosas, por suerte he dejado ya de hacerlo o continuaría haciendo lo mismo una y otra vez, como un completo fracaso, desperdiciador de grafito y papel.
Continuo cambiando de página, como era de esperarse siempre la misma pose, sin variaciones o detalles diferentes, lo mismo, como si fuese una copiadora imprimiendo el mismo dibujo una y otra vez, "daba lastima" susurro en voz baja, "todos debían reírse de mí por hacer este tipo de cosas, ¿por qué lo hacía?".
Al llegar a la décima hoja puedo ver unas palabras escritas en un dibujo "eres grande, solo cambia un poco las poses ¿va?"seguido de una firma "K.A", Nintendo recordar aquellas iniciales y puedo verla, ese mensaje posiblemente había sido escrito por Karla Alexandra, una vieja amiga con la cual había perdido el contacto, recuerdo que cuando ella lo escribió pensé que lo hacía burlándose de mí, en su momento no dije nada pero me moleste.
Continuo cambiando de hoja una tras otra rápidamente, cuando puedo ver unas manchas de café, a mi mente llega aquel recuerdo cuando mi tía por accidente derramó el café sobre mi dibujo, ella al verlo dijo "cada día mejoras más, deberías intentar hacer cosas diferentes"seguido de eso acaricio mi cabeza y se fue, esas palabras en su momento pensé que lo decía por que no se me daba bien.
Cada hoja que pasaba, podía notar que los dibujos quedaban cada vez más incompletos, hasta que llegue a la última hoja, en ella un boceto no acabado, "¿será acaso que fue en ese dibujo cuando dejé de intentarlo?"me pregunte, luego afirme diciendo en voz baja "si, fue ahí cuando me di cuenta que no tenía caso pues jamás veré la luz", luego cerré mi cuaderno y lo arroje contra la pared mientras una sensación de vacío se apoderó de mí.
He decidido dejar inconcluso aquel boceto pues simboliza un sueño perdido y jamás cumplido, tengo un hijo, me gustaría que él lo terminara cuando fuera el momento, sería feliz de saber que mi hijo logró algo que yo no pude hacer, ya no puedo acabarlo pues mi tiempo pasó, pero el suyo no, pues el apenas comienza a dar los primeros trazos.
