IV. A THOUSAND MILES OF...

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No podía creerlo.


Ciertamente era maravilloso lo que anoche había ocurrido con Lu Han. Era maravilloso que Lu Han le hubiera dejado conectarse de esa forma tan íntima con él. Sin embargo, nunca pensó que huiría después de lo que le había prometido anoche.


De acuerdo.


Se supone que ambos estaban ebrios. Pero estaba lo suficientemente seguro que a pesar de que ambos habían bebido, ambos se encontraban perfectamente conscientes para decidir qué hacer o no hacer. Lo sabía, el que tenía una baja resistencia con el alcohol era él, Minseok se encontraba perfectamente en sus cinco sentidos, por lo tanto Lu Han se debió haber encontrado mucho mejor que él.

Minseok decidió que era una pérdida de tiempo quedarse esperando en ese departamento, solo, donde nadie lo quería.

Lavó su rostro. Cepillo sus dientes. Vistió su chaqueta. Abrió la puerta de salida.


—Demonios, Minseok. Me asustaste ¿Dónde ibas?


Lu Han se encontraba de pie en el marco de la puerta. Minseok, sorprendido sólo se le quedó observando. No respondió palabra alguna.

Estudió el atuendo de Lu Han. Pantalones deportivos, una sudadera, zapatillas deportivas, una caja de donas en su mano izquierda.


—¿Dónde ibas? ¿Me ibas a dejar a fuera de mi casa? Te escribí un mensaje al salir.


¡Claro! El celular. Minseok ni siquiera había contemplado esa posibilidad.


Lu Han cerró la puerta y caminó hacia la cocina, como siempre, como si nada hubiera pasado ¿Eso era bueno?


—Me iba. Pensé que querías estar solo. No revise mi celular.


Minseok siguió a Lu Han, este dejo la caja que traía sobre la barra de la cocina y rápidamente se quitó su sudadera. Se veía exhausto y agotado. La musculosa que vestía debajo de la sudadera se ceñía de manera casi asfixiante a su cuerpo, suponía que por el sudor, haciendo notar cada musculo del torso y abdomen de su amigo a la perfección.


—¿Por qué lo haría? Quedamos en que íbamos a pasar el día juntos, además pasé a comprar el desayuno, no tenía ganas de cocinar ¿Te quedas?


Minseok se sintió un idiota. ¿De verdad dudaba nuevamente de su amigo? Estaba detestando a Lu Han, justo cuando creía que no podía detestarlo más llegaba en el momento preciso para hacerle notar cuán equivocado estaba. La verdad, detestaba a Lu Han por hacerle ver siempre equivocado. Lo detestaba de una buena manera.


—Me quedo. ¿Saliste muy temprano?


Lu Han rió asintiendo.


—Lo hice, desperté con un dolor de cabeza insoportable. Además creo que el sofá no fue un buen lugar para dormir, mi cuerpo duele ¿Despertaste igual de mal que yo?


Minseok asintió con una sonrisa.


STRAIGHT. Not so much. [LuMin // XiuHan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora