Mi Único Destino Eres Tú (SEGUNDA TEMPORADA)

Capítulo Dos

A la mañana siguiente, me desperté bastante temprano, me dolía un poco la nariz debido a lo ocurrido el día anterior, pero no le di demasiada importancia. Kwan aún no amanecía, y el sol aún no alumbraba.
Por alguna razón, me dio curiosidad mirar la fecha en mi móvil, y así lo hice, dándome cuenta que si nunca hubiese arruinado mi relación con HongSeok, hoy estaríamos cumpliendo ocho meses de novios.
¿Por qué arruiné todo? ¿Por qué preferí una apariencia física ante unos sentimientos? ¿Por qué no supe valorar a tan lindo chico?. Estoy arrepentido de haberlo abandonado, y creo que jamás encontraré a alguien tan bueno como él.
Aprovechando la circunstancia, tomé un lápiz junto a un papel que guardaba en mi escritorio, para luego comenzar a plasmar una gran cantidad de palabras en él.

💌 Yang HongSeok 💌

"Amor mío, sé que es bastante absurdo e ilógico escribir algo para ti en un trozo de papel sin la más mínima importancia, que además, jamás vas a leer. Pero siendo sincero, esto lo escribo desde lo más profundo de mi corazón, porque quiero que sepas que aún estoy enamorado de ti. Eres lo más importante de mi vida, aunque no te tenga aquí presente, siempre siento que eres aquella persona con la que puedo desahogarme sin miedo alguno.
Bueno, primero que todo, tengo claro que todo lo que estoy escribiendo aquí es plenamente inútil e insignificante, es verdad, ¿Para qué escribir tantas palabras maravillosas para un destinatario que jamás volverá a saber de mí?. Es cierto, puede sonar idiota, pero para mí esto es algo muy importante, porque te escribo para recordarte una ocasión especial. ¿Ya lo recuerdas? ¿Sabes que día es hoy?. ¡Sí amor! Hoy es 24 de noviembre, el día en que hace un año te pedí que fueses mi novio... No lo has olvidado, ¿Verdad?.
Bueno, sólo te escribía para desearte un feliz aniversario y primer año juntos, aunque actualmente no seamos pareja ni amigos, yo tengo la esperanza de que aún exista un lazo entre tú y yo, es decir, si yo estoy pensando en ti ahora mismo, ¿Tú también estarás pensando en mí?... Nunca perderé la esperanza de que realmente aún me amas así como yo te amo a ti, Yang HongSeok, estoy seguro que hoy será un lindo día, ¿Qué tal si hoy en la noche te apareces en mi sueños? ¿Qué tal si hoy decides venir a mi encuentro? ¿Qué tal si nos escapamos de este mundo y nos vamos a un lugar sólo para nosotros?... Sí, es verdad, todo esto no es más que una ilusión, y así será por siempre".

Al terminar de escribir aquella carta, logré oír unos pequeños y suaves pasos acercarse cada vez más a mi habitación. Me puse muy nervioso, comencé a sudar frío, y guardé rápidamente todas las cosas que había utilizado. Cuando los pasos ya estaban en la puerta de mi cuarto, me metí en la cama y fingí estar dormido.
Sólo podía sentir el sonido de la puerta abrirse de manera terrorífica. El corazón me saltaba más de lo normal, y mi respiración estaba razonablemente alterada.
Cuando el sujeto terminó de entrar por completo a mi habitación, estaba aún más asustado, y suponía que tarde o temprano se daría cuenta que ciertamente no estaba dormido.
Pude notar fácilmente la tranquilidad de mi corazón al sentir cuatro pequeñas patitas sobre mi cama, es así como levanté la vista de inmediato, pudiendo apreciar lo hermoso que era mi perrito Makki. Lo había adoptado hace cuatro meses de la tienda de mascotas en la que trabajo, pero efectivamente, no quería que mi pobre bebé viviera más tiempo allí, ya que Kwan también solía gritarle y darle malos tratos constantemente.

- Ay, Makki... Casi me matas de un infarto, pequeño... ¿Quieres que vayamos a visitar a tu papá, HongSeok? Podemos ir a verlo esta tarde, y pasamos a comprarte comidita, bebé - Añadí en susurro. Claramente, Makki no conocía a HongSeok, pero aún así me gustaba hablar de él con mi pequeño, pues, sentía que los perritos son los que siempre están allí para nosotros, sin importar la circunstancia, ellos nos van a escuchar y dar amor sea como sea.
Makki se puso a mi lado en la cama y se acurrucó debajo de las sábanas. Sin darme cuenta, mientras acariciaba su suave pelaje, me quedé nuevamente dormido.