Capítulo Siete

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Antes de ir en busca de algún trabajo, me dirigí nuevamente hacia la banca en la que había dejado a Makki. Este último, estaba acostado, mientras tenía al osito de felpa abrazado.

- ¡Makki! Mira, Taeyang nos ha regalado comida. Puedes comer tranquilamente, ¿Sí? Mientras iré a buscar alguna ocupación, si la consigo, te traeré tus galletas preferidas cuando llegue. Cuídate, te amo - Añadí mientras dejaba la comida a su lado.

Caminé hasta la avenida principal. De pronto, logré divisar a lo lejos una tienda de mascotas, es así como me dirigí inmediatamente hacia ese lugar.
Al llegar a la tienda, vi a un chico que lucía ser un poco mayor, es así como decidí preguntarle acerca de la tienda.

- Hola, muy buenas tardes, mi nombre es Kang Hyung Gu y estoy buscando empleo. Antiguamente trabajaba en una tienda de mascotas, ¿No necesitan algunos trabajadores en la suya como para que me pueda incorporar? - Propuse al instante.
- Hola. Me llamo Young Soo. De momento no necesitamos nuevos empleadores en nuestra tienda, y menos a un niño como tú. Si llegamos a necesitar trabajadores en un futuro avisaremos a través de carteles - Afirmó.
- ... Está bien. Gracias de todas maneras, nos vemos pronto - Aseguré.

Salí velozmente de aquella tienda para poder dirigirme a otro lugar lo más rápido posible. Sé que sería muy complicado conseguir trabajo ese mismo día, pero no me iba a rendir.
Mientras caminaba, encontré un restaurante muy grande, que estaba bastante lejos del parque.

- ¡Hola! Soy Kang Hyung Gu, tengo veinte años, y estoy buscando alguna ocupación, de casualidad, ¿Ustedes no necesitan algún mesero para trabajar en el día? - Pregunté intrigado.
- Hola niño. Actualmente no necesitamos meseros, pero gracias por tener la disposición de hacerlo - Comentó el chico que estaba encargado de dirigir el restaurante.
- Bueno. Gracias a ustedes de todas formas - Concluí para retirarme del sitio.

Luego de estar caminando por dos horas aproximadamente, logré encontrar un almacén que vendía artículos para escuela. Entré esperanzado de poder encontrar alguna labor allí.

- Hola, buenas tardes, soy Kang Hyung Gu, y quería preguntarle algo. ¿Aquí no necesitan a personas que cumplan alguna labor en específico? - Pregunté nuevamente.
- Hola niño. Te informo que este almacén cerrará al cabo de unas cuantas semanas, ya que nos iremos a vivir a otra ciudad. Lo siento - Aseguró la mujer que atendía aquel negocio.

Salí de allí. Fácilmente logré darme cuenta que justo al lado del almacén, estaba ubicado un local de comida rápida. Decidí entrar, aunque mis esperanzas se hacían cada vez más escasa, ya que el cielo comenzaba a oscurecer, y debía volver al parque para ver a Makki.

- Hola buenas, ¿Puedo hablar con el dueño del local? - Pregunté a uno de los trabajadores.
- Hola. Claro que sí, tienes que ir a su oficina. Acompáñame - Afirmó.

El muchacho me llevó hacia una pequeña oficina ubicada dentro del mismo local.
Al llegar, agradecí al chico e ingresé al lugar determinado.

- Buenas tardes. Mi nombre es Kang Hyung Gu, tengo veinte años y busco empleo, ¿Usted no necesita a alguien que pueda trabajar en este lugar? -
- Hola. Perdóname niño, pero en este momento sólo buscamos a personas mayores de veinticinco años para realizar ciertas labores. Eres muy joven para realizarlas. Lo sentimos, pero no queremos poner en riesgo la seguridad de nuestros propios empleadores. Igual, en un futuro no muy lejano puedes regresar si lo deseas. Pronto estaremos despidiendo a varios de nuestros trabajadores y buscaremos otros nuevos -
- Bueno. Muchas gracias, que tenga una buena tarde -
- Igualmente. Vete rápido a tu casa que ya se hace tarde, niño -
- Sí, no se preocupe -
- Okay. Que estés muy bien -
- Gracias. Igual usted -

Me retiré de modo veloz de aquel lugar para poder llegar al parque lo antes posible, aunque tenía claro que debía caminar varias horas para llegar allí.

Luego de que por fin llegué a mi destino, el cielo ya había oscurecido por completo. Me fui inmediatamente a la banca donde había dejado a Makki.
Cuando llegué, vi a mi pequeño dormido al lado de una mochila, con el osito de felpa abrazado.
Tomé el sándwich que me había regalado Taeyang, y comencé a comer apresuradamente para dormirme lo más pronto posible, ya que al otro día debía levantarme temprano para seguir buscando un trabajo que ojalá fuese estable.
Apenas terminé, traté de acomodarme nuevamente en la banca, para luego cerrar mis ojos y quedarme profundamente dormido.

Mi Único Destino Eres Tú (SEGUNDA TEMPORADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora