Mi Único Destino Eres Tú (SEGUNDA TEMPORADA)

Capítulo Cinco

Desperté a la mañana siguiente a causa de una cálida mano que se encontraba acariciando mi espalda.

- Niño, ¿Qué haces dormido en este lugar? - Preguntó un señor desconocido.
- Emm... Pues vea, lo que ocurre es que yo vivía en casa de mi pareja, y también trabajábamos juntos en una tienda de mascotas. Pero tuvimos una discusión que me obligó a abandonar su casa y mi trabajo, tampoco tengo dinero como para quedarme en un hotel hasta que encuentre un lugar donde dormir - Afirmé un poco inseguro.
- ¿Qué? Pero no puedes dormir aquí por toda tu vida, y mucho menos en esta época del año, apenas eres un niño - Añadió el señor.
- Lo sé. Desde hoy comenzaré a buscar algún empleo - Aseguré tímidamente.
- Está bien niño... Trataré de ayudarte con el tema del trabajo, ¿Sí?. Para que sepas, soy el dueño de la cafetería que está ubicada al lado de la tienda de helados - Comentó aquel misterioso señor.
- No, no, en verdad no se preocupe, yo buscaré alguna ocupación, pero muchas gracias de todas formas - Respondí sonriente.
- Lo haré de todas formas, niño. Sé lo que se siente no tener un hogar donde dormir, y créeme que no se lo deseo a nadie, mucho menos a ti, que te queda toda una vida por delante - Manifestó el señor.

Si bien, nunca antes había visto a ese hombre, pero parecía ser una muy buena persona.

- Muchísimas gracias, señor. De todas formas, estaré todo el día buscando alguna labor para realizar, pero si no encuentro nada, iré a visitarlo a la cafetería -
- Está bien, niño. Una pregunta, ¿Cuál es tu nombre? -
- Soy Hyung Gu, pero puede llamarme Kino. ¿Y cuál es el suyo? -
- Soy Taeyang -
- Un gusto Taeyang. En serio, muchas gracias por ayudarme sin siquiera conocerme -
- No hay de qué, niño. Creo que no hace falta conocerte para darse cuenta de que no eres un mal muchacho -

El hombre me lanzó una leve sonrisa, para luego retirarse del lugar rumbo a la cafetería.
Me levanté de aquella incómoda banca, y me aseguré de que todas mis cosas estuviesen en el sitio correcto, incluyendo a Makki.

- Buenos días mi pequeño... Hey, se me ha ocurrido una locura, pero creo que te va a gustar la idea. ¿Tienes ganas de caminar hoy? Pues, ¿Qué te parece si vamos a casa de HongSeok? Queda un poco lejos de aquí, pero te juro que te va a encantar el recorrido bebé - Añadí.

Amarré a Makki a la correa que tenía para poder guiarlo sin mayores problemas, y enseguida emprendimos viaje en dirección a casa de HongSeok.
Mi mente se llenaba de recuerdos cada vez que miraba algún espacio en el que había compartido junto al amor de mi vida... Me dolía el corazón cada vez que pensaba en él y en cuánto lo extrañaba, mientras la misma pregunta de todos los días se apoderaba poco a poco de mis pensamientos. ¿En qué estaba pensando cuando lo dejé?... Mi corazón sufría cada vez que recordaba su rostro inundado de lágrimas aquel día que le dije que gustaba de otro chico. Es en estos momentos en los que me pongo a pensar que Kwan realmente tenía razón al decirme que era un idiota, ¿Cómo pude abandonar a un chico tan bueno como Yang HongSeok?. Ciertamente es un chico perfecto en todos los sentidos, pero yo soy un imbécil que jamás supo valorar todo el amor que él me entregaba, ¿Por qué tuve que perderlo para darme cuenta de que todo su cariño vale más que cualquier otra cosa en este mundo?... En esta circunstancia, lo único que deseo es saber que está bien, porque su felicidad, por siempre será la razón de mi sonrisa.

Después de caminar una hora aproximadamente, llegamos a casa de HongSeok.
Me armé de valor, y sin más preámbulos, decidí tocar el timbre de aquella enorme residencia.
Al cabo de unos minutos, una joven mujer se asomó por detrás de la puerta principal.

- Hola, ¿Qué necesitas? - Preguntó la mujer.
- Estoy buscando a Yang HongSeok, ¿Se encontrará? - Añadí esperanzado.
- No niño, hace más de diez meses que él ya no vive aquí... Lo siento muchísimo - Afirmó la señora, a la vez que casi podía escuchar el sonido de mi corazón al romperse.
- Está bien... Muchas gracias - Agregué para retirarme rápidamente de allí.