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Si hubiera algo en este universo que él odiara, sería a su yo del pasado. Débil, sin propósitos, y lo peor de todo, inseguro e inestable emocionalmente. Una completa aberración que ahora mismo lo hacía sentir un asco infinito.
Con frecuencia se miraba en el vidrio que la oficina tenía a sus espaldas, en el enorme ventanal que retrataba la vista magnífica de un cielo estrellado. Allí observaba su propio reflejo, a veces con orgullo, otras con ira.
Pero siempre aquella sensación de querer realizar sus más retorcidos deseos. Era un hombre de palabra y él había prometido dar su vida a la Primera Orden; así no importaba cuánto tuviera que esforzarse por combatir a la Resistencia, su lealtad pertenecía a la Orden.
La Primera Orden trae la vida. Trae la paz. Así debía ser.
Aunque su vida no era tan pacífica como hubiera deseado. Al menos no desde que recibió una nota en su escritorio.
En el centro, un cuadro blanco y mal doblado.
❝¿Se ha hecho algo en el cabello? Porque debo admitir que no se ve nada mal.
B. ❞
Dos preguntas:
1. ¿Quién demonios habría hecho esa broma de tan mal gusto?
2. ¿Cómo supo ❝B❞ que se había hecho algo en el cabello?Chasqueó los dientes. Si se enteraba que era un soldado novato haciendo este tipo de cosas, se encargaría de asignarle su merecido castigo.
Con una mueca de disgusto, hizo pedacitos aquel trozo de papel y lo lanzó fuera de su vista, como quién tira un objeto sumamente desagradable.
Después, se dedicó a despeinar su rojizo cabello con enojo.
Y desde ese día, las notas misteriosas hicieron su aparición en la sintética vida del general Hux Armitage.
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── 𝟕 : 𝟓 𝟗
Fanfiction❝ Linda gabardina. Pero apuesto a que se vería mejor sin ella. B. ❞ El hombre desdobló la nota con curiosidad, releyéndola más de una vez y pensando en e...