❝ Linda gabardina. Pero apuesto a que se vería mejor sin ella.
B. ❞
El hombre desdobló la nota con curiosidad, releyéndola más de una vez y pensando en e...
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Ren sonrió. Esa actitud tan orgullosa le causó bastante gracia, pero de cualquier manera se quedaría en la estación. Sólo tenía poco tiempo libre antes de la verdadera acción.
Armitage entró a la oficina del Líder Supremo, mientras que en sus manos sostenía una especie de recipiente pequeño y gris.
Ren estaba caminando cuál león enjaulado en su pieza y pareció no percatarse de la presencia del general hasta que este carraspeó.
—Quítese la máscara —propuso el pelirrojo con tono autoritario.
—¿Por qué?, ¿qué me va a hacer?
—¿Qué cree que voy a hacer?
—¿Matarme, tal vez?
—No, aún no.
Armitage sonrió, y abrió el pequeño frasco que traía. Kylo levantó su casco, pero solo un poco, dejando ver una especie de cicatriz en su barbilla.
—Cuando dije que quería su casco fuera, me refería a toda la cabeza.
—No es necesario, su horrible gato no alcanzó a tanto.
—Bien.
Hux untó sus dedos índice y medio con la sustancia gris que su recipiente contenía y comenzó a colocárselo en la parte dañada. Procuró no presionar tanto la piel y se sorprendió de que el corte hecho por Millicent fuera tan agravado.
—Bueno, supongo que con esto bastará. Si se pone esto mañana, es muy probable que la cicatriz desaparezca.
—¿Es probable?
—Al menos le estoy ayudando.
—No era necesario.
—Sí, lo es. Me siento responsable por las acciones de Millicent.
—Estaba bien.
—¿Qué se ponía en la herida?
—Agua.
Armitage suspiró y limpió sus dedos en la ropa de Kylo. Dejó su pequeño frasco en un estante y se despidió.
