❝ Linda gabardina. Pero apuesto a que se vería mejor sin ella.
B. ❞
El hombre desdobló la nota con curiosidad, releyéndola más de una vez y pensando en e...
Un minuto. Un maldito minuto. Le pareció una eternidad.
Ren aguardaba desde la oscuridad de su pieza. Acurrucado desde la esquina de una cama fría y dura, clavaba la mirada en la puerta, esperando una respuesta por parte del general. Y la verdad es que desde que escuchó al pelirrojo decir que vendría más tarde, no podía descansar. Se mantuvo inquieto y nervioso durante algunas horas y todo esto lo hacía preguntarse: ¿qué demonios estaba haciendo Hux como para demorarse tanto?
Comenzó a golpetear la pared del lugar con las uñas. Empezaba a sentirse un tanto agitado y de nuevo sintió sed. Pero Kylo se mantenía agazapado en la misma posición, temía que, si salía de ahí, el otro pudiese llegar y ver que no había nadie.
Sacudió la cabeza cual cachorro.
En sus recuerdos, persistía una voz algo senil pero conocida, que le explicaba el valor de la paciencia, y el temple ante situaciones estresantes. Oh, pero las enseñanzas del viejo Skywalker ya no significaban nada para él.
Así que podía tensionarse todo lo que quisiera.
La puerta se abrió.
Pero no era él.
Phasma entraba con un porte elegante y encendió la luz de la habitación.
—¿Qué estaba haciendo a oscuras?
La mujer se acercó con extrañeza al no recibir respuesta alguna por parte de Ren.
—¿Mal momento? —preguntó ella.
—No, todavía no.
—Mmm... —se recargó en la pared—. ¿Puedo hacer una pregunta?
—Eh, pues...
—La haré de cualquier manera.
—¿Qué es?
Phasma frunció los labios y se alborotó la cabellera.
—Todo este tiempo, mientras yo los estuve regañando, ¿estaban saliendo?
Kylo Ren asintió.
La Capitana se dio un golpe en la frente con su puño.
—No era mi intención.
—Lo sé.
—Pero... —se giró un poco para devolverle la mirada—. Pero sí me entero que están haciendo ❝cosas indebidas❞ mientras están trabajando...
—Uno nunca decide dónde ponerse así.
—Hay lugares en los que definitivamente no puede ponerse... A romancear, ¿entiende?
El hombre asintió.
—Siendo sincera, me esperaba todo menos esto, ¡qué decepción!
—¿Le molesta la situación?
—Me molesta que no me lo hayan dicho antes.
—¿Se lo dirá a Snoke? —preguntó él, azorado.
—¿Decirle qué?, no sé de que me está hablando.
Phasma le sonrió, en señal de que mantendría su discreción respecto al tema.
—A propósito, el general Hux me pidió que le entregara esto —la Capitana sacó un pequeño papel y se lo tendió al hombre—. Y puede confiar en que ni siquiera lo he leído.
Ah. Estaba mintiendo. Sí lo leyó. Solo un poco, claro. ¿Quién no tendría ganas de hacerlo?
Kylo entrecerró la mirada, receloso de lo que le decía. Se levantó de la cama solo para tomar aquello. Y en cuánto lo hubo hecho, Phasma se despidió, saliendo del lugar con una amplia sonrisa. No podía creer que tan cursis se habían vuelto sus compañeros.
Ren desdobló la nota.
❝Con cicatriz o no, tu cara es horrible. Pero me gusta. Tú me gustas, Ben. Entiende eso. Llorar es estúpido. ¿Eres estúpido?, ah, que si lo eres, lo siento. No vuelvas a hacerlo. Por favor. No supe qué hacer. ¿Te besaba o te golpeaba?
