❝ Linda gabardina. Pero apuesto a que se vería mejor sin ella.
B. ❞
El hombre desdobló la nota con curiosidad, releyéndola más de una vez y pensando en e...
Armitage esperaba a Ren en su oficina, de nuevo. Confiaba en que esta vez podría lograr algo de avance con su ❝disculpa❞.
La puerta, como de costumbre, se abrió, dejando ver a Kylo con su usual atuendo oscuro.
—¿Otra vez usted?, ya le dije que no me interesan sus ofrecimientos.
—Me haces ver como una prostituta.
—Si fuera así, serías MI prostituta —murmuró el hombre con el sable.
—¿Qué?, ¿qué dijiste?
—¿Dije algo?
—Hmm...
Hux se cruzó de brazos. Pero esta vez, se aseguraría de quitarle esa fea máscara de la cara.
Aquel comentario le sacó un poco de quicio, pero no quería molestarse. Tenía otro objetivo.
Oh, esperaba no arrepentirse. Se dirigió hasta la entrada, apartó a un lado el cuerpo del otro y atrancó la puerta; asegurándola por dentro.
—¿Ahora resulta que es experto en cerraduras?
—¡Perdóname! —exigió el pelirrojo a gritos.
—No.
—¿Por qué no?
—¡Me diste dos cachetadas!
—¡Perdón! —el general rodeó la espalda del otro con ambos brazos, mientras hundía su rostro en ella; deseaba que toda esta tontería se terminase para poder acariciarlo sin sentirse culpable.
—¿Qué me vas a dar si te perdono?
—No lo sé, perdóname y te digo lo que te daré.
—¿Cómo sé que dices la verdad?
—Estoy totalmente comprometido.
—No, ¡me golpearás de nuevo!
—Yo no vendría aquí a hacer el ridículo por alguien más.
—Hm...
Hux apretó aún más su rostro en la espalda del de melena oscura y logró escuchar un ❝Bien, te perdono❞ por parte de Ren. El general suspiró, algo aliviado de que, por fin, todo aquello se acabara. Pero una promesa era una promesa.
Se separó de Ren y con duras penas, hizo que este quedara frente a él. Estaba decidido.
Kylo se mostraba algo impaciente por lo que Hux le daría, claro, suponiendo que no fuera una mentira.
El pelirrojo carraspeó y se alzó de puntillas para darle un beso en la mejilla. Sus blancas manos comenzaron a formar dibujos invisibles en la piel de su cuello, Ben rio, le daba cosquillas. Hux sonrió. Empezó a llenarle la cara de besos cortos y pequeños, uno tras otro; colmando su rostro con todo aquello, se sintió bastante avergonzado.
—Lo estás disfrutando, ¿verdad? Maldita basura.
—Te haré enojar más seguido.
—Vete a la mierda, Ren —Armitage dejó de besarle y ocultó su bochorno mirando hacia el suelo—. ¿Ya me puedo ir? Me estoy arrepintiendo.
—No, aún no.
Ben Solo tomó entre sus brazos el cuerpo delgado del general y comenzaron a mecerse a un ritmo que hizo arrullar al pelirrojo.
Aquí venía de nuevo esa sensación.
Armitage no se quería ir de allí, pero debía hacerlo.
Kylo Ren quería seguir abrazando al general, pero en unas horas debería salir de la Base.
Ambos hombres se separaron.
Hux sonrió, aunque no quería admitir que era una sonrisa de felicidad y se despidió de Ben. Ben vio hacia el suelo antes de volver a mirarle a los ojos. No era una mirada normal, era algo más significativo, algo que dejó a Armitage un poco cautivado.
Casi podría decir que se estaba enamorando. ¿O acaso ya lo estaba?
