Aquella vez
Sakura
Esa noche, Hinata y yo llegamos resoplando a la puerta de casa de Ino. Apenas habíamos cruzado el restaurante de comida china en la avenida a seis cuadras de mi casa, y la rete a una carrera; creí en la posibilidad de que llegaría sola a la fiesta, pero me siguió. Corrió tras de mí, no, a mi lado.
Entramos en busca de agua. Cminamos por el enorme pasillo repleto de jóvenes enloquecidos, y antes de entrar a la cocina, Tenten e Ino me detuvieron. Hinata las miro y se encogió de hombros.
—¿Qué crees que haces? —pregunto Ino con las manos en la cintura. Su mirada iba de mi a Hinata, y de vuelta a mi. Nunca la vi más desepcionada—. Tenemos que hablar.
—Bien.
—A solas.
Me separaron de Hinata. Le dije que volvería, que esperará. Un evento llevo a otro. Al hablar con Ino y Tenten la miraba a través de los cristales, los muchachos la recostaron en una mesa y le hicieron beber grandes cantidades de vino; me aterre, pero al levantarse de ese aposento enmarco una sonrisa en su pálido rostro. Se le veía tan feliz y asustada.
Escuche con atención cada palabra de Ino. No tenía armas con que atacar. Pero yo sí.
—Ella es asombrosa. Lo verían si la conocieran —dije, y me marche sonriente con la esperanza de sacar a Hinata de esta casa.
La suerte no estuvo de mi lado. Cruce el patio evitando con agilidad las latas de cerveza, y me felicite a mi misma en susurro cuando brinque el charco de vómito sin manchar mis botas de gamuza. Levante la vista a la casa, y ahí estaba él, Sasori, con una sonrisa mirándome.
—¿Qué haces aquí? —dije sin creer lo que veía.
—Te necesito.
Recordé mis propias palabras. Todos los chicos piensan en eso. Todos menos Naruto, hubiera dicho Hinata. La boca de Sasori olía a alcohol y tabaco. No dejaba de besarme, ni de tocarme partes del cuerpo que nadie más había tocado aparte de mi. Intentaba parecer inteligente, intentaba decir todo lo que Hinata me ha enseñado, pero el me interrumpía volviendo a besarme los labios. Callé. Cerré la boca para disfrutar del momento. Lo intente. Mire como Sasori llevaba una mano a su bolsillo y sacaba su celular. Nos tomo una foto. Lo tome de los hombros y lo aleje de mi.
—¿Qué haces?
—Guardo el momento.
—¡Detente! —grite—. ¡Detente!
Todos los chicos piensan en eso. Volví a recordar. Todos menos Naruto.
Sasori no supo que decir. Baje del auto. Y Sasori tras de mi.
—¡Escucha perra! Si das un paso más, lo nuestro se acabo.
No pude dar la vuelta. Ni mirarlo. Toda la imagen que tenía de él se fue por el desagüe. Siempre ha sido un maldito abusador, y nunca me di cuenta hasta ahora. Si en algo él tenía razón, es en lo estúpida que soy.
Volvió a gritar. Y me aleje de él sin mirar atrás.
~•~
Seguí buscando a Hinata. Le pregunte a todos si la habían visto. Nadie respondía con cordura. Miré mi teléfono. Tres llamadas perdidas de ella. Le marque de vuelta, pero no contesto. Sin más, salí corriendo.
La encontré tumbada en las escaleras de su casa. La luz del celular iluminaba su rostro palidecido. Me acerque a ella sonriendo. No volteó a verme. Ni reparó en mi presencia. Se llevó el teléfono a la oreja y empezó a hablar con la voz entrecortada, apuntó de llorar. Quede paralizada antes de subir los escalones.
—Naruto —dijo en un susurró—. Te amo ¿sabes? Te amo. No quiero perderte. ¿Me querrás aunque no sea la chica que esperas? No sabes lo feliz que me hizo ir al cine contigo. El encontrarte en el parque. ¿Me querrás aunque te mienta? Soy una mentirosa. Yo... Yo cargo con la culpa. Sakura no debería sufrir tanto por mi, ella tiene alguien a quien amar, es como si lo engañará ¿sabes? —suspiré. Unas horas antes hubiera tenido razón—. Yo... Te amo... En verdad... ¿Me acepta... —se quedo dormida.
Tome el teléfono y escuche como Naruto respiraba al otro lado de la línea.
—Descansa... —dijo con pesar, y cortó.
—Perdonala —murmuré a la nada. A la llamada finalizada.
Pase el brazo de Hinata por mis hombros, y la lleve a su habitación sin hacer el más mínimo ruido. La arrope, y me senté junto a ella. Se veía tan tranquila, liberada de un profundo sentimiento. Aparte el cabello de su rostro.
—Se lo has dicho, Hinata.
Continuará...
PcS
18•Dic•18
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Perdedora Con Suerte
FanfictionEl mundo en que vivimos es un asco. Si no eres como el resto te repudian, te desprecian, te hacen sentir miserable; el humano es así, hace cualquier cosa para alimentar su estúpido ego. Pero lamento decirles que no soy más que otra perdedora más, ir...