Capítulo IX

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, ella, él y yo

—No lo beses —susurré en el oído de Sakura, ella se detuvo, miró donde los chicos, luego a mi hecha un manojo de sonrisas.

—Descuida, no es mi tipo.

Los ojos de Naruto brillaron al ver llegar a Sakura, en cambio, el chico detrás de él parecía analizar con sumo detalle nuestras prendas, cual crítico; ladeó la cabeza y nuestros ojos chocaron. No supe como reaccionar. Intente analizarlo también, pero su mirada es demasiado intensa y profunda; como un grito ahogado. Me imaginé el motivo por el que vino, y seguro no fue por voluntad propia.

—Aquí estas —dijo Naruto frente a Sakura, esbozando una sonrisa.

—Aquí estoy —copió Sakura.

Sus ojos también chocaron, y se sumergieron en un mundo distinto al nuestro. Por mi mente pasaron un millón de ideas, centenares de acciones que llevarían todo al fracaso. Mire a Sakura, luego a Naruto, y después al chico tras este: yo no pertenezco a este mundo, son tan lejanos a mi; se ve a leguas que todos aquí son personas que no pasan por alto, y en cambio yo, nunca dejaré de ser una perdedora, una marginada.

Sakura me miró por el rabillo del ojo, y me tomó por los hombros rodeandome con el brazo. Sé que lo hizo por el repentino aura negativa saliendo de mi interior. No evite hundirme de hombros.

—Oh —dijo—. Ella es la amiga, Hi...

—¡Hinata! —completo Naruto emocionado.

—¿La conoces?

Me sentí el centro de atención por un segundo, y mis mejillas se ruborizaron al momento. Gracias, no podría ser más tímida.

—Sí, desde hace tiempo. Es bueno verte —no dejaba de sonreír, y mi rubor se hizo más notorio—. Él es Sasuke, mi mejor amigo.

Me incorpore. Sasuke sólo levanto la mano para saludar y noté como Sakura no podía dejar de verlo. A Sakura siempre le han gustado los chicos misteriosos, dice que es más divertido. No sé a que se refiere. Sasuke es un chico misterioso. Esto no podría ir mejor.

Caminamos por la plaza hasta el cine al centro de. Sakura inició su movida llevándose a Sasuke, según ella a "comprar palomitas" mientras Naruto y yo escogemos la película.

Naruto miraba atento los carteles, y yo lo miraba a él por el rabillo del ojo fingiendo curiosidad por una película de romance. Miré el anuncio y frunci el ceño.

—¿No te gusta el romance? —pregunto divertido, pensé que no me ponía atención.

—Buen trama, mismo desenlace —afirme perspicaz.

Dejo de lado los anuncios y se centro en mí, medio divertido y medio pensativo. Desvíe su mirada para mirar un nuevo título. Los ojos se me iluminaron.

—¡Veamos esta! —clamé emocionada.

Naruto miró también con la misma emoción. Al llegar al lado de Sakura y Sasuke, ya con palomitas y refrescos, Sakura se apresuro a preguntar sí ya nos habíamos decidido, y ambos gritamos:

—¡La torre perdida!

Ambos nos miraron con los ojos en blanco.

Entramos a la sala y nos sentamos en el siguiente orden: Sakura, Naruto, yo y Sasuke. Durante toda la película, Sasuke no hizo más que comer de su bote de palomitas; Naruto trataba de comentar partes de la película con Sakura, pero esta sólo asentía y miraba con desinterés el filme. Yo, por mi parte, me encerré en una burbuja y me deje envolver por el trama: en las partes divertidas me echaba a reír como loca, en las tristes lloraba a mares, en las batallas no dejaba de gritar un posible movimiento (o que mirará atrás), y en los emotivos, también lloraba, pero con una sonrisa.

Al salir, los tres me miraron como si no me conocieran.

—No sabía que te gustaban tanto este tipo de películas —dijo Sakura rompiendo el silencio.

—Bromeas —artícule casi saltando de la emoción—. ¡Me encantan! ¿Viste los efectos, la interpretación, la... —callé, volví a ser el centro de atención—. Lo siento.

—No, sigue hablando. ¿Viste cuando el protagonista se encuentra con su padre? No pude evitar gritar por que no se reconocieron —Naruto me miró como diciéndome: "sigue hablando, por favor" y yo accedí encantada.

Hablamos media hora, más o menos, sobre la película mientras Sakura y Sasuke miraban a su bebida; un par de veces Sakura intervino afirmando o negando sobre lo que decíamos, y volvía a callar. No intento sacar platica con Sasuke.

Miré el reloj en mi muñeca. Ya es tarde. Sin embargo, no quiero irme, ha sido el mejor día de mi vida y aún no quiero que termine. Seré egoísta, pero lo merezco, nunca he tenido un día así y, mucho menos, con el chico que me mueve el tapete, si saben a lo que me refiero.

Naruto miro también su reloj, supe, por su mirada, que no le gusto lo que vio.

—Sakura, te llevaré a casa —se ofreció. Me hundí de hombros, tenía la esperanza que me lo propusiera.

Sakura me miró, y yo asentí cabizbaja.

—Esta bien.

Nos despedimos en la entrada, Sakura y Naruto fueron al estacionamiento cerca del cine y yo volví donde deje el auto, cerca del súper.

—¿Estás segura? —preguntó Sasuke por tercera vez—. No me importa desviarme un poco.

—Descuida, Sasuke. Vine en auto.

Sin más, Sasuke se despidió y lo vi marcharse y desaparecer en la oscuridad. Sentí un hueco en el pecho, algo me decía que Sakura y Naruto seguían en el estacionamiento, no quería creerlo pero seguí mi instinto. Me puse el suéter, pues me había entrado el frío, y baje del coche.

Continuará...

PcS
8•Dic•18

Perdedora Con SuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora