Tokio Hotel - Alien
Cuando me despierto Michael vuelve a tenerme abrazada por la espalda. Me doy la vuelta y me acurruco en su pecho, él gruñe pero sigue durmiendo mientras se acomoda con la barbilla sobre mi cabeza y sus piernas enredadas en las mías. Cierro los ojos y apoyo mi cabeza en su pecho. No podría estar mejor tras haber dormido sin pesadillas al fin. Y dudo que vuelva a tenerlas ya que al fin me había desahogado, pienso que eso era lo que necesitaba y por lo que esos sueños se repetían. Contarle todo eso a Michael me ayudó mucho, nunca había contado todo. Harry sólo sabe que mis amigos eran unos yonkys y me engancharon a mí también y me drogaron y me dejaron atada a un árbol para que ''la policía pensara que las pintadas eran mías'', y ya me lo ha recordado como cinco o seis veces desde entonces. Michael no, él sólo me escuchó y me abrazó. No volvió a sacar el tema, sólo dijo que quería venir. Y sé que lo decía en serio y yo acepté, obviamente. Por este tipo de cosas me acabaré enamorando de Michael, lo sé, ya estoy totalmente convencida de ello y preparada para el dolor de la Friend-zone. Quiero alejarme de él, ayer cuando llegó la hora de dormir tras cenar con los demás quería volver a casa, pero me pidió que me quedase y no fui capaz de negarme. Michael me está volviendo loca. Cada minuto que paso con él tengo más ganas de volver a besarlo y se que se me acabará yendo de las manos. Ayer estuvimos hablando hasta las cinco de la mañana, me contó sus planes de futuro: acabar la carrera mientras graba el disco, promoción, gira por Reino Unido y Australia y poco más. Y yo no quiero eso. Puedo soportar ser la mejor amiga de un rockero, pero no su groupie. Ya he pasado por mucho y quiero acabar la carrera, trabajar en lo que me gusta, tener una casa, una familia y vivir tranquila. No es que de pronto haya dejado a un lado todo en lo que creía sobre la libertad y el sistema, es que simplemente me he dado cuenta de que es lo que busco. No es que lo vea como una vida normal ni la meta de toda persona, es sólo mi elección. Soy joven, lo sé, pero no puedo seguir una vida como la de Michael porque ya la viví muy rápido y al extremo. Yo acabo de empezar mi carrera, no puedo dejar todo eso a un lado después de lo que me ha costado conseguirlo. Michael empezó a rallarme la cabeza con todo esto, ''¿no vas a venir de gira conmigo?'' me preguntaba indignado todo el rato. Pero quizás es mejor que las cosas estén así. Sé que él va a llegar muy lejos con su carrera musical y mientras él esté viajando, follando y bebiendo yo estaré aquí con Harry. O sola, no sé, algo en mí ha cambiado y ya no veo un futuro con Harry. Ya no me veo en la cena de navidad con él, ni poniéndome un anillo en el dedo, ni tan si quiera lo imagino en la cama de mi apartamento una vez más. Pienso en él constantemente, en lo perfecto que es, pero ya no sonrío al recordar sus besos ni siento las mariposas cuando recibo un mensaje suyo. Lo quiero, si, pero no de la misma manera. Michael lo ha complicado todo. Yo estaba muy segura de lo que quería hace apenas dos semanas, ¿y ahora qué? Estoy abrazada a un tío que huele constantemente a porros y cerveza pero que me hace más feliz que el puto hombre de mis sueños. Soy un desastre, vuelvo a enamorarme del equivocado una vez más. Si hace dos semanas me hubiesen dicho que yo acabaría tan pillada por el idiota de pelo verde juro que me hubiese descojonado.
Mi móvil comienza a vibrar sobre la mesita de noche y Michael me aprieta más entre sus brazos volviendo a gruñir. Bufo y me aparto de él que al hacerlo se da la vuelta y vuelve a dormir. Lo que más me gusta de Michael sin duda es que compartamos la pasión por dormir, es impresionante.
Me siento en el borde de la cama y veo el nombre de Harry en la pantalla. Me sigue pareciendo extraño que me llame constantemente pero supongo que me gusta, ¿o no? Antes de contestarle miro la hora. Joder, las una de la tarde, si que he dormido.
-¿Si?
-¿Estabas dormida?
-Si-me río y froto mi ojo.