Canción del Capítulo:
Die Antwork - I Fink U Freeky
Me despierto a las once de la mañana y me sorprende lo bien que he dormido. Llegué a casa tras dejar a Michael, me tumbé en la cama mientras me leía Finis Mundi y me quedé sobada en menos de diez minutos. Y hoy no he tenido pesadillas, todo un logro.
Recuerdo mi cita a las una y me pongo nerviosa. Si, ayer conecté muy bien con Michael y estoy segura de que seremos buenos amigos de ahora en adelante, pero ir a su casa y que me presente a sus amigos... Es raro. Va a ser muy incómodo. Pero a la vez me apetece ir, tengo curiosidad por conocerles. Por saber más de Michael. Me pasé todo el trayecto preguntándome cosas sobre él. ¿Por qué me llama tanto la atención? Quizás porque no ha tenido una vida fácil, al igual que yo. Porque ambos somos unos incomprendidos con miedo a intimar demasiado con los demás. En una noche le he contado más sobre mí que a Josh, Mary o Harry en tres meses. Eso a la vez me preocupa. Pero al final, me lavo la cara y los dientes y me preparo un té. Mientras el té se enfría decido que ponerme. No quiero ir muy formal, pero tampoco ir en chándal. No sé. Bah, no me rallo. Cojo un pantalón negro, un jersey gris y dejo todo preparado para después. Vuelvo a la cocina y me bebo el té. Son las doce menos cuarto y corro a meterme en la ducha. Salgo tras quince minutos ya que me paso un buen rato disfrutando del agua tibia y vuelvo a la habitación liada en la toalla. Tengo un whatssap y mi corazón se acelera. Espero que sea Harry, aunque sólo sea para discutir. Pero no es él, es Josh invitándome a un café con Mary. ¿Debería contarle lo de mi comida con Michael? No. Estará con Mary y ella es una bocazas y se lo contará a Zayn. Así que prefiero no contestarle y ya le contaré todo cuando lo vea. Si, Mary es mi amiga pero sé cómo es. Hasta Harry me ha advertido. Ella no es una chica con muchas amistades en el campus, algo que nunca he entendido por su belleza y simpatía, pero en fin.
Bajando hasta mi coche pienso en Harry. ¿Debería escribirle? Estoy cansada de eso. Pero quizás lo haga después de quedar con Michael. Aunque mañana trabaje no me importaría verle esta noche. Me encantaría hacerlo. Necesito verlo. Me estoy volviendo loca.
Arranco mi coche y conduzco nerviosa hasta la casa de Michael mientras canto la canción de Ozzy Osbourne que he puesto en la radio. ¿Y si Gemma está en la casa? Oh Dios, Harry me dejaría. Es muy celoso y lo veo normal en este caso, voy a comer a casa de unos tíos que no conozco de nada porque un chico con el que estuve la anterior noche me ha invitado. Si fuese al revés yo me sentiría una mierda. ¿Cómo se tomará Harry que sea amiga de Michael? Pufff... Fatal. Él no confía en mí, no sé por qué ya que no me he acercado a nadie en tres meses y los únicos chicos con los que he hablado han sido sus amigos. Pero no le hará gracia que tenga un nuevo amigo. Y menos aún Michael, que aparte de ser un imán para los problemas es amigo del novio de Gemma. Pero es que necesito amigos, gente que comparta mis gustos. No puedo depender sólo de Harry cuando él se pasa días ignorándome. Aparte, Harry sabe que estoy loca por él y que no lo cambiaría por nadie. ¿Y yo con Michael? El pensamiento sólo me hace reír. Jamás. Ni me lo planteo la verdad. Osea, es guapo y majo, pero ya he estado con tíos así. Vine a Londres en busca de tranquilidad, lo último que haría sería estar con un tío que se pasa el día liándola.
Aparco en la puerta de la casa. Desde fuera escucho el disco de Blink 182 que han puesto a todo volumen y ruedo los ojos, nunca me ha gustado ese grupo. Aunque al batería le hacía un apaño, si. Guardo las llaves en el bolso y camino hasta la puerta. Toco al timbre. Pasan los segundos y nadie abre. Bufo, con el volumen de la música normal que no escuchen el timbre. Vuelvo a tocar y esta vez, tras tres segundos bajan el volumen y repito la acción. Y al fin Michael abre la puerta, va vestido con unos vaqueros rotos y una camiseta de Black Flag negra. Yo subo una ceja y me cruzo de brazos con cara de indignación y le hago reír.
