CAP. 18

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No hace más de un mes terminaba viendo el rostro de una linda chica, pero detrás de ese maquillaje y esa costosa peluca veía con tanta claridad a un hermoso chico, lo único que jamás llegó a imaginar es que aquella belleza sobrepasara las expectativas de Astrid, incluso hasta el más mínimo detalle ya lo tenía memorizado

Sus labios no tardaron en separarse sintiendo un cosquilleo debajo de su estómago, involuntariamente muerde su labio inferior con deseo, esto era extraño, el chico frente a ella parecía irreconocible. Su linda piel pálida había pasado a un tono acaramelado bastante atractivo, logró notar varias pecas en sus mejillas, su hermoso y cuidado cabello en un precioso color caoba rojizo, sus cejas curvadas y las venas en sus manos se remarcaban más que nunca

Y con el elegante traje puesto lograban verse sus brazos y marcadas piernas, era un ser divino sacado de un cuento de hadas, aquellos que su padre le contaba de pequeña antes de dormir, seres realmente hermosos que sólo existían en su imaginación, ahora podía comprobar que realmente existían

Esto era un sueño, un encantador y satisfactorio sueño. 

— ¿Astrid? — No importaba cuantas veces su tío la llamara, ella seguía hipnotizada ante la extrema belleza del chico frente a ella, debía tocarlo, tenía que saber que esto no solo era producto de su imaginación, necesitaba tocarlo con desesperación

Mientras Hiccup comenzaba a confundirse ante las mil y un expresiones que Astrid demostraba, no sabía si sentía alegría, enojo, tristeza de verlo de esa forma, sabía que era una mala idea, nunca debió aceptar la propuesta de su tío Bocón. Pero deseaba tanto que lo viera de esa forma, por lo menos una vez en su vida necesitaba saber la opinión de Astrid, si podía estar a su lado de esta forma

Porque por ella podía dejar el maquillaje y los vestidos si se lo pidiese

Quedaron a escasos centímetros de distancia, uno frente al otro, ninguno pronuncio palabra algunas por unos largos segundos, era como si las simples expresiones fueran más que suficientes para demostrar cualquier sentimiento. Astrid seguía atónita, ese simple chico terminó demostrándole que de cualquier manera ella lo seguía amando con todo su corazón, con vestidos y maquillaje o chaquetas de cuero y pantalones, Astrid seguía perdidamente enamorada de él. Entendiendo que su forma de vestir jamás fue importante, si no en la forma que Hiccup se preocupaba por los demás, esa valentía de ser tal y como es, buscando siempre la verdad y la justicia, sin duda amaba a la persona correcta. Fergus interrumpe bastante incómodo

— Debemos entrar Hiccup — Asiente sabiendo que debía enfrentar las miradas de sus padres, pero no le importaba si todos lo consideraban un monstruo, mientras Toothless se mantuviera al tanto de la verdad era más que suficiente para soportar cualquier insulto

— Voy en un momento — Fergus entendió la indirecta llevándose a Bocón por unos segundos, Astrid aún no lograba tener las palabras exactas para ello, no quería mostrarse torpe o insegura, sobre todo si su finalidad era mantener confiado a Hiccup. Debía mantener la torpeza lejos de su alcance

— No estés nervioso — Contestó con simpleza como si supiera lo que pensara con exactitud — Todos se darán cuenta de lo equivocados que han estado tus padres todo este tiempo. Simplemente, actúa como Hiccup Haddock, ¡suerte! — Una tierna sonrisa y caricias en sus brazos fueron más que suficiente para mantenerlo fuerte, lo haría por las personas que más aprecia en toda su vida

Toothless, Bocón y Astrid, sobre todo ella...

Fergus aún esperaba en la puerta, los quince minutos de tolerancia habían terminado, Hiccup dió un último suspiro entrando a la audiencia. Astrid juntó sus manos deseando cualquier vibra positiva al resultado que tuviera el chico el día de hoy

Hiccup Es Mi... ¿¡Novia!?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora