Hiccup Es Mi... ¿¡Novia!?

CAP. 1O

Rapunzel intentaba no poner tanta presión con la intención de que Astrid dejara de quejarse, mira de nuevo las cicatrices que provocó la bandeja con la temperatura tan alta en su piel, colocando un poco más de pomada contra las quemaduras, Astrid mira el local vacío, al final le había pedido a Hiro que se fuera sin ella y el chico pelinegro aceptó dudoso. No sin antes salir del establecimiento en busca del chico de piel acaramelada que perdió de vista inmediatamente después de cruzar las puertas

— ¡Auch! — Volvía a quejarse mientras Rapunzel seguía colocando lo necesario para hacer que la zona terminara de punzar. A lo lejos ve a Eugene con vendas entregándoselas a su dulce esposa — Dije que yo podía tratarlas

— Tonterías, además... Es nuestra culpa que hayas tenido esta horrible herida — Astrid sonrió traviesa, desde que conoció a sus agradables vecinos su vida lleva un equilibrio justo, Elsa la mantenía a salvo en su instituto y sus vecinos por el resto del día. Amaba con locura el tiempo que pasaba con ambos, sino estaba ayudando a Rapunzel en sus esculturas o cocinando un nuevo platillo estaba con Eugene almacenando barriles en el local por las tardes

— Eso no es verdad, a veces soy un poco torpe — Comentó tratando que sus vecinos no se sintieran culpables en ningún sentido — Y no es tan grave, no estoy a punto de morir o algo por el estilo

— De todas formas, pudo haber llegado a circunstancias mayores — Habló Eugene siendo ahora él quien colocaba la venda alrededor de su brazo. Mientras Rapunzel guardaba todos los utensilios tratados en el botiquín de primeros auxilios

— No fue así, me ayudó demasiado su empleado que atendía las bebidas. Fue muy amable — Eugene y Rapunzel se miraron entre sí, por un momento olvidaron al chico de cabellera caoba rojiza, no sabían en qué momento exacto se había ido sin despedirse, y Astrid lo notó de inmediato — ¿Pasa algo?

— Lo habíamos olvidado...

— Acaso, ¿era el chico que necesitaba ayuda en conseguir un abogado? — Eugene asintió apenado, por suerte logró conservar su número telefónico para disculparse adecuadamente — ¿Quién era?

— Es un paciente de la psiquiatra Wang, es un buen chico. Y su vida no ha sido muy fácil — Astrid comprendió la situación, había ido con esa psiquiatra años atrás después de la muerte de su pequeña hermana Heather, admitía que su ayuda valió la pena y le dio una extraordinaria estabilidad a la vida de la rubia — Por cierto, me dio su número de celular, podemos contactarlo

— ¡Excelente! — Exclamó Rapunzel contenta mientras guardaba el botiquín cerca de unos cajones acercándose a Astrid tomando sus manos con delicadeza — Te encantará Hiccup, es muy gracioso además...

— Espera... — Detuvo sus palabras soltándose del agarre bastante sorprendida creando su boca una perfecta o, aún sin creerlo, vuelve a preguntar — ¿Cuál es su nombre?

— Hiccup, Hiccup Haddock — Respondió segura notando los nervios de Astrid creando confusión en la pareja — ¿Qué te sucede?

— ¿Acaso lo conoces? — Cuestionó Eugene intentando obtener respuestas, pero Astrid seguía ignorando cualquier situación a su alrededor, las imágenes vuelven a su memoria, no podía ser cierto; esa atractiva complexión y el intenso color de su cabello, no podía ser el lindo chico con falda, maquillaje y peluca que veía todos los días

Apresurada toma sus pertenencias, colocándose su abrigo sale a la brisa de la noche comenzando a caminar por la acera, ignorando los innumerables gritos de la pareja que volviera. No sabía con exactitud donde estaba la dirección del chico, pero tuvo el valor de hablarle a Eugene y pedírselo. Después de varias suplicas logró hacerlo