Capítulo 5

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La lluvia va de mal en peor. Tengo un miedo terrible, el interior está inundado unos cuatro centimetros y el exterior... ¡socorro!

Me asomo y veo que el oleaje es extremo. Las olas miden unos tres metros y el yate no para de zambalearse de un lado a otro.

Busco algo para poder quitar todo el agua que pueda del barco. Solo encuentro vasitos de plástico, aún así, cojo tres en cada mano y me dedico a devolver el agua a su sitio (el mar).

Cuando consigo dejarlo casi sin agua pasa algo terrible. Veo una luz roja parpadear y me temo lo peor. Consigo leer un mensajito que dice: "El control automático del barco se ha averiado".

Intento manejar yo sola el yate, pero estoy perdida de tantos botoncitos y palancas que hay. ¡¡¡Nose pilotar un barco!!!

¡¿¿Qué podria salir peor??!

Desde luego, pueden pasar muchas cosas peores... Miro por la ventanilla y... Una ola de unos ocho metros se dirije hacia mi!!!

Perdidos en la nadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora