Lo hice por ella [Plagg y Chloé]

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Antes de leer esta historia quería decir que ni yo misma me imaginé jamás en escribir algo con este shipp. Una persona me lo sugirió y reconozco que al principio pensé "¡¿Qué?!" pero luego meditándolo un poco me dije "¿Por qué no?" Después de todo Plagg y Chloé son mis personajes favoritos de la serie, ¿qué podría salir mal? Y así surgió este relato...

Se lo dedico @SrtaPottrHerondale, tú fuiste la que me hizo crear esta loca historia.

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La leyenda dice que los Miraculous de la Creación y de la Destrucción son como el yin y el yan, se complementan y no pueden existir el uno sin el otro. Una vez elegidos los portadores de la mariquita y del gato negro, éstos están destinados a permanecer siempre juntos... a no ser que alguno de sus kwamis interfiera...

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En el famoso Pont des Arts de París, sentados en uno de los bancos mientras compartían un helado Adrien Agreste y Marinette Dupain-Cheng se miraban sonrojados y con cara de enamorados.

Sus kwamis estaban un poco más alejados para darles privacidad, escondidos de las miradas ajenas. Tikki los observaba enternecida mientras Plagg lo hacía con cara aburrida. Lo que más deseaba el kwami negro en ese momento era marcharse de aquel lugar para visitar a su amiga Chloé Bourgeois.

En sus miles de años de existencia y después de haber convivido con tantas parejas de superhéroes la formada por los actuales Ladybug y Chat Noir eran, sin lugar a dudas, los más sosos que había conocido nunca. No dudaba que los jóvenes se tenían cariño; pero algo fallaba en esa relación y él creía saber qué era, era la propia Marinette Dupain-Cheng.

No era que le cayera mal la azabache. De hecho, reconocía que era una chica muy linda, amable, tierna, siempre dispuesta a ayudar a los demás pero le faltaba esa "garra" para llegar a entender y domar un gato como Chat Noir, un gato como Adrien Agreste.

Era consciente que su portador también tenía un lado romántico que, en determinadas ocasiones, lo convertía en un empalagoso como en ese preciso instante pero el verdadero espíritu del modelo era rebelde y alocado. Y se notaba perfectamente cuando asumía la identidad de Chat Noir.

Su elegido prefería mil veces ser el gato negro coqueto, engreído, descarado, despreocupado y hasta cierto punto arrogante antes que el reservado, tímido, obediente y perfecto Adrien Agreste. Tenía los roles invertidos, ser Chat Noir lo hacía libre y ser Adrien le obligaba a llevar una máscara. Pero Marinette quería al bueno de Adrien y cuando su portador daba muestras de su actitud rebelde ella lo reprendía severamente; de modo que su elegido por estar con Ladybug estaba sacrificando una parte de sí mismo y eso no era bueno para él.

Plagg bufó molesto por la situación, le dolía que Adrien tuviera que inhibirse para ser aceptado por Marinette. Si la diseñadora no quería el lado Chat Noir de Adrien entonces, ¿estaba realmente enamorada del modelo?¿Sería verdad que estaban hechos el uno para el otro? El kwami negro ya no lo tenía tan claro.

–Tikki me voy –dijo de repente Plagg con voz seria.
–¿A dónde? –preguntó la kwami–. Plagg, no debes alejarte de tu portador ¿y si ataca un Akuma?
–No iré muy lejos. Estaré en Le Grand París.
–¿Con Chloé? –cuestionó Tikki sorprendida–. Últimamente pasas mucho tiempo con ella, ¿no?
–Es una buena amiga y me ofrece el mejor camembert que pueda soñar –mirándola por encima del hombro.
–Está bien –dijo Tikki negando con la cabeza, sabiendo que no podría interponerse entre Plagg y su apestoso queso–. Pero estate atento por si hay problemas.
–No te preocupes terrón de azúcar.
–Ains, ¡te he dicho mil veces que no me llames terrón de azúcar! –exclamó ella enfadada.

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