Relatos [MLB]

Una nochevieja especial [Adrien/Chat Noir y tú]

Nochevieja 2025...

Eran casi las 12 de la noche, a punto de dar las campanadas para celebrar el comienzo de un nuevo año, cuando la alerta de Akuma resonó por toda la ciudad.

Él soltó un bufido resignado y miró a su mujer con pesar. Ella le dedicó una dulce sonrisa mientras asentía. "Anda vete" parecía estar diciéndole con la mirada. Él la abrazó con cariño y le susurró al oído:

–Espérame despierta esta noche, mi amor –en tono seductor.
–Esperaré a Chat Noir; hace tiempo que no le veo... –le dijo ella traviesa.
–Oh no, otra vez –lloriqueó Plagg levitando cerca de la pareja–. Volveré a tener pesadillas. Sois unos malvados.
–Venga Plagg, no seas aguafiestas –suplicó la chica haciendo un puchero digno de una niña de 5 años.

El joven no pudo evitar sonreír. Sabía a qué se refería el kwami de la destrucción. Las veces que intimaban estando él transformado en Chat Noir la criatura con forma de gato era consciente de todo lo que pasaba en su mente.

–El amor entre humanos es asqueroso y empalagoso. Nada que ver con mi amado camembert –musitó Plagg entristecido.
–Te daré todo el camembert que quieras –le tentó el chico mientras lo miraba por el rabillo del ojo con picardía.
–Más te vale Adrien –cruzándose de patas molesto.
–¡Plagg, las garras! –se transformó en Chat Noir delante de ella, como tantas veces desde que empezaron a ser pareja.
–Mmm... –ronroneó la joven con cara de enamorada–. Me encanta ver cómo te transformas. Eres un gatito irresistible.

Él le cogió de la mano y le hizo una reverencia mientras le besaba los nudillos sin apartar la mirada de ella.

–Debo irme preciosa –dijo mientras le sonreía con ternura–. Espérame, no tardaré mucho.

Se incorporó y salió por el balcón en busca de ese Akuma inoportuno.

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Unos minutos después...

En el tejado de uno de los edificios de París, cerca del museo de Louvre. Ladybug esperaba a su compañero mientras observaba atentamente las acciones del nuevo Akuma.

Enseguida, escuchó unos pasos aproximarse detrás de ella. No se giró para ver de quién se trataba, después de tantos años combatiendo juntos contra los secuaces de Hawk Moth reconocía esa forma de caminar sin lugar a dudas.

–Buenas noches Ladybug –saludó el héroe gatuno amablemente.
–Buenas noches Chat Noir.
–Por cierto, feliz año nuevo Bugaboo.
–Igualmente Chaton –le contestó ella con una sonrisa.
–Y bien, ¿qué tenemos hoy? –preguntó con curiosidad Chat Noir mientras se ponía a su lado y entrecruzaba sus manos detrás de su cabeza en una pose un tanto engreída.
–Parece ser que tenemos una especie de Akuma del tiempo –comentó la catarina pensativa–. El hombre odia la Navidad. Dice que le hace sentir triste porque recuerda a las personas que perdió y que ya no están con él para celebrar las fiestas. Por eso hace que la gente retroceda en el tiempo. Cuanto más joven, más feliz te sientes en estas fechas.
–Pobre hombre, en el fondo le entiendo –murmuró el héroe con tristeza.
–Sí... razón no le falta.

Estuvieron un rato en un silencio incómodo hasta que finalmente Chat Noir quiso acabar con ese ambiente tenso que se había generado y habló con voz coqueta:

–Acabemos con esto rápido Bugaboo. Tengo en casa a una linda gatita esperando ansiosa este cuerpo irresistible. No sé si me entiendes... –sonrío el héroe alzando y bajando las cejas con picardía.
–Perfectamente gato descarado. Vamos, que no eres el único con planes esta noche –dijo la heroína entrecerrando sus ojos mientras pensaba en su amado Luka. Esa noche el guitarrista le había preparado una velada especial y por culpa del Akuma se había visto interrumpida.