Mi Prometida

Parte 10

No sabía dónde se había ido Claudia tan temprano. La semana transcurrió agitada y llena de trabajo lo cual le pareció fantástico, le gustaba estar ocupado. Sin embargo había algo que no dejaba de darle vueltas en la cabeza impidiéndole conciliar el sueño.
¿Porque Claudia quiso seducir a Siwon?
El día que ese tipo se enfrentó a él en la fiesta de presentación, Claudia lo había pasado muy mal por eso no quisó ahondar más el tema sobre todo porque ella le dijo que no había pasado nada entre ellos y porque él solo era su amigo, pero necesitaba saber todos los hechos.

Con ese pensamiento, Donghae se metió al baño.

Siwon había dado una excusa a su hermana para retirarse. El humor de Claudia estaba por los suelos. Jiwon insistió en invitarle el almuerzo y de este modo ponerse al tanto de lo que había sucedido con su hermano.
Sin dar detalles le contó que no había sucedido nada entre ellos y que ella ha la huido de su casa sin concretar nada.

—Ahora entiendo.— dijo su amiga con una mano en la barbilla.
—Pues yo no y Siwon me asusta.
—Sea obsesionado contigo porque no obtuvo lo que quería desde un principio. —expreso Jiwon en tono pensativo.
—¿Mmm?
—Si. Él está acostumbrado a conseguir lo que quiere sin importar el tiempo que le tomé.
Claudia miraba a Jiwon por sobre el borde de la taza de la cual estaba bebiendo.
Esa cafetería en donde desayunaron pertenecía a una cadena de la cual Siwon era el dueño, le explicó luego Jiwon.

Se despidió de su amiga y luego se dirigió al alto edificio en el cual debía trabajar.

Mientras conducía pensaba en lo que Siwon le había dicho: "Te quiero a ti" pero lo que se escuchó como una amenaza fue: "quiero que termines lo que iniciaste esa noche." Ahora pareciera más una imposición una orden.
El simple hecho de pensar en hablar con él a solas la hacia desear enfrentarse mejor a una manada de lobos hambrientos.

Jenni hablaba con las recepcionistas del edificio, ya que traerían unos paquetes que eran para su área. Vio a Donghae entrar con dos vasos térmicos en las manos. Pensó en ir y ayudarlo, pero a su espalda apareció su jefa, Claudia.

—¡DONGHAE! —al escuchar su nombre este giro la cabeza hacia la fuente de la voz.

Allí estaba ella. Tan hermosa como siempre, sonriéndole de esa manera amplia, cálida y maravillosa que lo hacía responderle igual. Se acercó a él y se preparó para recibir su abrazo que no podía corresponderle por tener las manos ocupadas. Ambos rieron.
—Toma —dijo extendiéndole el vaso— traje uno para ti.
—Aaaww Donghae, eres tan dulce.

Ambos se encaminaron rumbo a los elevadores. Alguien más miraba esa interacción, Siwon que se retorcía de celos. Debía darle un ultimátum.

Estaba tan concentrada en el trabajo que ni una sola vez había pensado en Siwon.  Se estaban preparando para salir a comer cuando su móvil comenzó a timbrar. Era un mensaje. De Siwon. Por instinto sus manos comenzaron a temblar.

¿Supongo que no necesito recordarte la ubicación de mi casa? Te estaré esperando.

Pues se quedaría esperando por que no pensaba ir a meterse en la boca del lobo, seguramente no saldría viva de allí.

Era tanta la tensión que el creaba sobre ella que enseguida comenzó a diambular nerviosa por su oficina.
Necesitaba hablar con alguien. Salió de su oficina y busco a Donghae.

Al verla salir tan apurada, Jenni se levantó de su asiento y fue hasta ella.

—¿Se va?
—No, no regresare enseguida. Necesito ver algunas cosas con Donghae. Por favor hazte cargo de todo.
—Claro.