Exilio.

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¿Y qué pensar? Lo único que me queda para reflexionar es sentir que yo soy el culpable.

«Es un bonito paisaje...» Pensé. En realidad, sí era un hermoso lugar, perfecto para calmar tan siquiera un poco mi frustración, sofocación y decepción.

«¿En qué momento llegué aquí?, porque lo único que siento es... Envidia»

Me encontraba en reflexión, mi innegable derrota me había llevado hasta la muerte de nuevo, pero por algún motivo mi decisión de volver o no a la vida era dudosa, por una parte, tenía que proteger a Alton, por otra, no quería volver a ser humillado.

Observaba el atardecer intentando comprender su significado, ¿por qué entre tantos paisajes, es un sol que se mueve ilustrando un ocaso? O es que tal vez, solo tal vez, solo está ahí porque sí.

Mi confusión era tal, que ni siquiera sabía cómo sentirme, que pensar o que hacer. Lo único que sabía era que quería. Seguí pensando en todas las cosas que de momento habían pasado, todos los herederos y sus pulseras, la muerte de Adler y mis dos anteriores asesinatos. Tantas cosas pasaban por mi cabeza que mi voz era lo único que escuchaba, hasta tal punto que decidí gritar en frustración.

Admiré una vez más el mismo paisaje.

«Es muy cómodo aquí» Reflexioné en mi letargo. ¿Por qué salir de nuevo al peligro si aquí estoy relajado y feliz? Tomar la decisión de salir se escapaba de mis preocupaciones, podría vivir ahí el tiempo que quisiera hasta que Alton muriese, mas ese es el problema.

¿Quién protegería a Alton si yo me quedo aquí? Incluso en esos momentos el se encontraba en peligro. Pero la decisión de salir o no seguía fuera de mis parámetros, era tan difícil escoger entre salir o quedarme que lo mejor que pude hacer fue ignorar de momento tan difícil problema. Me dirigí hacía los adornos florales que había visto con anterioridad solo para meditar al respecto.

Un círculo enorme de rosas blancas rodeado por otros cinco círculos de flores con distintos colores. Pero un círculo en especial se mantenía en blanco, como si no estuviera activado.

Me tiré en la rueda floral con un tono anaranjado, después de todo, según Daren era la marca de mi identidad. Todo daba tanto que pensar que al final terminé agotado.

«¿Qué es todo esto?» Me cuestioné aleatoriamente mientras observaba las nubes pasar sobre mí.«¿Por qué un color naranja?» Pregunté con la tristeza en una lagrima que salió de mi ojo.

Tal vez no tiene que significar lo que Daren dice que significa. Tal vez, y solo tal vez yo le doy su significado, pero para eso primero tendría que aceptar que soy el naranja. ¿Pero y si el significado que le doy es erróneo?

Eso es tonto, ¿quién decide si el significado que le doy es erróneo o no? Solo yo lo hago. Aun así, mi inseguridad me prohibía estar seguro de cualquier connotación que estuviese aferrado a darle. Y es que, sí no estaba seguro de quien era yo en realidad, ¿cómo iba a estar seguro de cualquier cosa que yo hiciese?

¿Qué tal... El naranja que alza esperanza? No, no. Eso sonaba muy infantil, fueron patéticos mis intentos de darme ánimos. ¿Como iba saber por aquel entonces que mi persona era símbolo de esperanza? Tan solo pensarlo es algo bastante engreído. Eran numerosas las preguntas que me hacía tirado en ese círculo de rosas, lo único de lo que estaba seguro es que la inseguridad que me abrazaba era parte de mí.

Alcé mi mano como reacción ante todo el caos, deseando que en algún momento se detuviese para estar tranquilo, cerré los ojos y me dispuse a descansar, pero una sombra se interpuso en mi iluminación.

—¿Qué haces por aquí, holgazán? —Preguntó Daren, quien parecía ser el responsable de interrumpir mi intento por dormir.

—Daren —Me puse de pie para entablar una conversación con él, después de todo, estábamos exiliados.

Un Ocaso Sin Sentido [Furry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora