Un Ocaso Sin Sentido [Furry]

Colisión De Identidades.

¿Alguna vez te has preguntado cuál es el objetivo de estar vivos? ¿Para qué continuar viviendo si algún día vamos a morir? Es como si no estuviéramos existiendo desde un principio, nuestra vida es una paradoja en la que bailamos para intentar encontrar esa respuesta.

El cielo se postraba oscuro, con una gran cantidad de nubes avanzando hacia la nada, la premonición de una tormenta se podía sentir en el fuerte y frío viento que arrasaba con mi pelaje y el césped que me rodeaba

«¿Qué es lo que estoy haciendo aquí?» Me pregunté ambiguamente ¿Acaso solo sirvo para formar parte de lo que sea que eran esas flores?

«¿Quién diablos soy yo?» Esa pregunta me seguía atormentando, la insaciable necesidad de comprenderme a mí como persona hacía que me ahogara ante la ansiedad de buscar distintas respuestas.

Me mantuve acostado, mirando al cielo, al parecer estaba vivo y sin un agujero en la cabeza ¿Qué clase de realidad es esta?
Solo observaba el movimiento de las nubes y contemplaba el movimiento de mi pelaje ocasionado por el viento, era de noche y aunque el clima se notaba peligroso, era hermoso sentir un indescriptible sentimiento de libertad, me sentía fresco y de alguna forma satisfecho, era como estar hipnotizado y anclado al ambiente de la naturaleza, había vuelto a la vida.
Coloqué mi mano en mi bolsillo para después sentir la silueta de un arma... Es verdad, me había suicidado hace poco ¿Pero por qué lo hice?

Si estuviera muerto no hubiera podido admirar el ambiente tan increíble que me ofrecen las nubes, el fresco y húmedo aroma del pasto o la insaciable luz que emitían las estrellas. Pero ahora que lo pienso, si por alguna razón deseo quitarme la vida no podré hacerlo, regresare aquí una y otra vez, esperando a que uno de esos intentos sean la oscuridad y paz eterna ¿Qué es lo que sigue ahora?

«Ya he muerto ¿Como es que tengo otra oportunidad a diferencia de las demás personas? ¿Por qué sigo vivo? ¡No merezco estar vivo! ¡¿Para qué diablos estoy vivo!?» Una vez más me había desconectado de mi alrededor con mis pensamientos, preguntándome el significado de la existencia y si en realidad quiero estar existiendo o no, o si al menos lo merezco.

—¡Alton! — Reaccioné exasperado —Alton es el que no ha muerto — Me levante del suelo y voltee a mirar al edificio en el que me he hospedado, desde ese lugar se podía ver con claridad el agujero que habían hecho Adler y Elm en su pelea.

—Pero un momento ¿Dónde están todos? Daren, Elm, Alton y Adler. Creí que había despertado junto con Daren pero no le veo por ningún lado — Era extraño... Ese ambiente tan calmado y esa sensación de libertad, algo no estaba bien.

De pronto el ambiente se tornó tirante, mi preocupación por Alton y mis pensamientos nihilistas hacían que me hiciera ideas en la cabeza, la ansiedad dominaba mi mente
y justo cuando nada podía empeorar ese momento, un relámpago cayó del cielo rompiendo aún más el techo del edificio.

«Oh... No» Pensé angustiado, no podía ser eso otra vez. Me quedé atónito y solo esperé a que cayera otro, y así sucedió. Relámpago tras relámpago iban siendo invocados de la misma manera a la de hace pocos días
«¿Qué está pasando?» Me cuestioné, no podía ser posible que el clima estuviera tan salvaje, o por lo menos no tan pronto. Eso debe ser obra de alguien... De Elm.

Bajé corriendo a dirección de la estructura, una vez más ese edificio era el principal escenario en el que los problemas se veían presentes, es como si tuviera algo especial o bien simplemente fuera coincidencia, sea cual sea el motivo solo podía afirmar que estaba cansado de subir y bajar colinas.

Por segunda o tercera vez, azoté la puerta por las prisas, no había nadie en la entrada y el sonido estruendoso de los relámpagos había parado. Camine lentamente a lo que sería la sala de conferencias, con miedo y precaución me limite a escuchar que es lo que pasaba detrás de la puerta: