Tiempo Con Alton.

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¿No le temes al tiempo? Observar y contemplar como los minutos, horas y días avanzan sin detenerse hasta tu inevitable muerte... ¿No te da frustración? O incluso, el solo hecho de entender que mil años después de tu muerte serás irrelevante ¿Tampoco te aterra?

«Fue un día cansado...» Pensé, con los ojos entre cerrados, y con ese solo pensamiento en mi mente me vi obligado a despertar en la habitación en la que se me forzó dormir.

«¿Qué acaba de pasar?» Era el pensamiento que se repetía constantemente en mi cabeza. Toda la sala llena de viento y caos, todos con las muñecas expuestas a la violencia. El suceso que se presentó ayer fue una locura.

Pero aliviando mi mente y mi cuerpo para levantarme, me concentré en cosas que por el momento creí más importantes; socializar.

No importa que esos sujetos fueran iguales a mí respecto a sus pulseras, no importa que en realidad no me agradaban del todo o viceversa, aún con toda la presión de lo sucedido traté de poner mi actitud primero para reaccionar y poder priorizar mis acciones, y es que, el principal motivo por el que me encontraba ahí fue para hacer lazos, no importa de que tipo.

Un olor a alimentos flotó por mi habitación mientras me preparaba para salir. Me vestí lo más equilibrado posible. Suficientemente casual como para emitir comodidad, y suficientemente elegante para emanar educación. Me miré al espejo y al contemplarme, hice lo que siempre suelo hacer en momentos de duda, un golpe de confianza.

Levantar el brazo derecho enderezando la espalda y acomodando la barbilla para después hacer un puño con la mano, así es como comienza. Todo consiste en que después de prepararme para dar el golpe tenga el valor suficiente para hacerlo, y cuando lo haga, comprometerme con lo que sea que dude en hacer. Así es como gano confianza.

Salí preparado para enfrentar lo que fuera, seguía nervioso después de todo, y el hecho de sumar lo sucedido a mi consciencia no ayudaba a relajarme.

-¡Buen día! -Fue el saludo con el que la mañana me sonrió. Alton con todo el entusiasmo, recibió a todos con un desayuno esquísito. Quién diría que alguien como él supiera cocinar

-Buen día -Regresé el saludo cordialmente mientras con un poco de miedo ingresaba al comedor para ser parte del festín.

Por más extraño que pareciese, todos estaban ahí, conviviendo tranquilamente como si el suceso de ayer jamás hubiera ocurrido.

-Buen día, Nathaniel. ¿Qué tal la noche? - Saludaba el heredero de los Walker, Elm

-Bastante bien, creo -Respondí

-Toma asiento entonces, el Edevane tiene un gran talento en la cocina

Todo era tan extraño, nadie mencionó nada al respecto acerca nuestros posibles lazos haciendo que el día de ayer se haya convertido en un sueño.

El desayuno en sí fue bastante incómodo. Si no hubiera sido por la persistencia en Alton de hacer que todos nos llevemos bien, más de la mitad habría comido en su habitación, pero en general, no hubo nada que destacar, un desayuno normal, con una incomodidad normal y con personas aparentemente normales. Me sentí aliviado de hecho de que no se haya sentido la rivalidad en el aire por ningún lado. Todos dejaron sus diferencias para apreciar el enorme gesto que el Edevane había hecho al preparar la comida, estabamos siendo objetivos y profesionales con su cometido.

Uno por uno fueron terminando su plato, y dando las gracias fue como expresaron gratitud antes de que se marcharan por su cuenta.

Solo quedábamos yo y Alton en el comedor, el sonido de los cubiertos inundaba el ambiente mientras que el Edevane disfrutaba sus alimentos con una sonrisa.

Un Ocaso Sin Sentido [Furry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora