Guerra En El Gran Salón.

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¿Le tienes miedo a la muerte? ¿Qué crees que hay después de ella? ¿El paraíso o una pantalla en negro eterna donde perdemos nuestra conciencia y nuestro ser para siempre...?

—¡¿Una tormenta?! — Cuestioné, muchos relámpagos han caído en el edificio, y siempre en la misma ubicación

—No creo... — Expresó Alton — Algo debe estar pasando ahí ¡Vamos en seguida Nathe! — Salió disparado de la colina en la que estábamos. Justo lo que no quería que pasara acaba de pasar, vaya ironía

«¿Tres truenos en el mismo lugar? ¿Alguien habrá causado eso?» Me cuestionaba. Los misterios, las anormalidades y las inquietudes no hacían nada más que aumentar desde que llegamos.

Empecé a bajar de la colina, los relámpagos seguían cayendo y por momentos el cielo se inundaba de luz bajo la centella que se creaba arriba del edificio. Corría con toda prisa y entre los puntos donde mi vista alcanzaba a enfocar, pude reconocer a Daren, quien se dirigía corriendo hacia el mismo lugar que nosotros.

«Incluso Daren va hacia allá... Algo está mal, algo está mal» Pensé con desesperación, mis intentos por apegarme a la realidad se destruían poco a poco cada vez que un rayo era invocado del cielo.

—¡Vamos Nathe! — Era lo que decía Alton para que aceleráramos cada vez más el ritmo al que nos movíamos, hasta que por fin llegamos.

Azoté la puerta y pasamos directamente al salón de conferencias, una fuerte cantidad de polvo inundaba la estructura, así que lo más seguro es que todo estuviera sucediendo en ese lugar.

—¡¿Qué está pasando?! — Pregunté exaltado. El techo estaba destruido, la intensa y gloriosa luz de la luna entraba y se mezclaba con el polvo solo para complementar la escena en la que estaban metidos Adler y Elm.

Adler, se mostraba agotado y con la espalda jorobada, tenía los brazos colgando y las manos manchadas de sangre mientras que con una mirada de ira desprendía un aura salvaje y amenazadora. En cambio, Elm, se mantenía firme, con el pecho en alto y siempre con elegancia. Él no se veía furioso o desesperado, solo se veía molesto e indignado ante la situación que se presentaba frente a él. Su mano izquierda se encontraba oculta en el bolsillo de su pantalón, mientras que su brazo derecho apuntaba hacia Adler, y con su pulgar y su dedo medio estaba preparado para hacer un pequeño chasquido.

—¡¿Qué?! ¡¿Hicimos tanto ruido?! — Preguntó Adler

—¡Adler! ¡¿Qué les pasó a tus manos?! — Preguntó Alton con preocupación, intento acercarse hacia el pero las palabras de Elm le interrumpieron

—¡Aléjate Alton! — Sacó su otra mano de su bolsillo y prosiguió a apuntarle con una mano lista para chasquear

—¡¿Eh?! ¿Qué haces Elm...? —Consultó Alton

—¡Si algunos de ustedes tres interviene los haré cenizas...! — Declaró Elm sin perder de vista a Adler. con una mirada orgullosa y con una sonrisa egocéntrica, arrojó sus hombros hacia atrás y levantó más el pecho —... Y no habrá remordimiento

—¡¿Qué diablos estas diciendo?! — Cuestione enardecido

—¿Quieres una muestra? — Me preguntó Elm, volteo a verme y levantó la ceja para revolcarse en la soberbia que ha estado exponiendo.

—¡Deja de perder el tiempo idiota! — Exclamó Adler —Solo prepárate — Adler comenzó a sonreír de manera desquiciada, sacó la lengua y se limpió los labios como muestra de sus ansiosas ganas de matarlo.

—¡Te daré la muestra Nathaniel! —

El Scarlet comenzó a correr con sus brazos colgando y llenos de sangre preparado para embestir a Elm. Pero Elm, en cambio, antes de que el reptil pudiera llegar a él, dio un pequeño salto hacia atrás, con prudencia y con sencillez, la mano derecha que estaba apuntando a Adler chasqueo.

Un Ocaso Sin Sentido [Furry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora