Un Ocaso Sin Sentido [Furry]

¿Familia?

¿Cuánto tiempo pretendes mantener los mismos méritos en tu ser? Así como todo es posible, todo puede ser imposible. Esa es la verdad.

Abrí los ojos con cuidado, intenté mover brazos y piernas, pero fue inútil; estaba atado a algo, a una silla.

Mi visión comenzó a aclararse y pude identificar algunos objetos en la habitación, pero lo único que me interesó observar, fue la otra silla que se encontraba a tan solo unos metros delante de mí y que, si no fuera por lo borroso de mi vista, me hubiera dado cuenta de que había alguien desde antes.

Lo único que podía hacer en esa situación era esperar, ser paciente con el regreso de mi vista y tratar de no alterarme, pero entonces sonó su voz.

—Niel... —Susurró

Al escucharlo, mi mente quebró. Solo hay una persona que me renombra con la última parte de mi nombre, y es mi padre.

—¿Papá...? —Pregunté aterrado ¿Por qué tendría que estar aquí?

—Niel... Tú, tú estás vivo —Respondió con alegría.

—¿Qué haces aquí o... Dónde estamos? —Mi visión comenzó a aclararse, cada vez que parpadeaba era inminente aceptar el hecho de que la figura que se encuentra delante mío sí que es mi padre y no alguna ilusión

—Estamos en... Una habitación sin salida.

—¿Sin... Salida? —Pregunté confuso

—Así es, Lem llego aquí con tu cadáver hecho trizas y con el cuerpo de otro muchacho con un agujero en la cabeza. Pensé que iba a empezar a usar este lugar como su morgue o algo por el estilo, pero mientras me lamentaba, el otro muchacho comenzó a levantarse, habló con Lem y lo llevó a otra habitación. Después de eso, pasaron unos días y los dos abandonaron esta pocilga.

—¿Lem, Otro muchacho? ¿De qué hablas?

—Niel, sé que estás confundido y desorientado, pero en estos momentos soy yo el que está aterrado.

«¿Aterrado? ¿Mi padre... Aterrado?» Pensé, ¿qué es lo que le da miedo?

—Cuando trajeron tu cadáver, tenías todo el cuerpo triturado y lleno de sangre. De hecho, te había dado por muerto. Pero de la nada, comenzaste a regenerarte; fue algo increíble ver esa... Reconstrucción.

—¿Regenerarme? Oh... sí. He vuelto, supongo. —Aún estaba confundido desde el encuentro que había tenido con Daren.

—Solo que has tardado bastante tiempo, el otro chico, Daren, creo que se llamaba, ha salido hace varios días a cumplir su misión; Matar a Alton

—¿Qué?

Esa confesión solo hacía que me confundiera, el Daren que me confesó lo poco que sabía estaba dispuesto a proteger a Alton, no ha matarlo

—Sí... —Afirmó mi padre —Ustedes y su lio de sus pulseras... ¡Dios! todo esto es una locura, ¿quién diría que todo esto en verdad está pasando?

—Un momento... —Interrumpí con sus lamentos —¿Entonces, sabías todo esto de las pulseras y me mandaste aquí, padre?

—Eh... No, no es como crees. Nunca he querido hacerte daño, Niel. —Reveló

—¡No me llames así ahora! ¿Sabes que he tenido que pasar por tu supuesta herencia? ¡He muerto dos veces!

Mi padre solo me observó, sus ojos se veían tristes y apagados, pero con un poco de chispa. Era como si su cuerpo mostrará la más penosa derrota, pero su mirada la más gigantesca esperanza.