"¿Necesitamos pertenecer a algo para comprobar nuestra existencia?"
No tenía consciencia, estaba dormido sintiendo la cálida luz del sol. Reposaba en el suelo mientras olía la fragancia que daba el aire a través del viento. Mi propia persona, se negaba a despertar de tan cómodo ambiente, pero una pequeña parte de mi sabía que tenía que hacerlo. Y lo hice.
Abriendo los ojos poco a poco para salir de esa abrumadora e interminable oscuridad es como la luz centelló mi vista y el aire refrescó mi cuerpo. Era un lugar muy cómodo, casí perfecto como para que existiera
«¿Esto es... ¿El cielo?» Me pregunté «No... Eso no puede ser posible»
Un terreno de gran vegetación se postraba sobre mí. Flores de múltiples colores rodeaban la colina en la que me encontraba, dando una hermosa vista con un sabor a arcoiris, era sin duda un lugar hermoso. Pero más allá de dichas flores, se encontraban cientos y cientos de árboles construyendo un bosque enorme. También, he de decir que la hora del día se asimilaba a la de un amanecer, todo sublime sin duda.
—¿Dónde estoy? — Le pregunté al viento —¿Esto es la... muerte?
Estuve confundido durante un buen rato, y para relajar mi mente, decidí descansar en la cima del collado de la pequeña montaña, observando tranquilamente el terreno rocoso, que, de alguna manera u otra, la sensación existencialista de satisfacción se presentaba con cada pensamiento que llegaba a mi mente, mientras que el viento solo alimentó ese aire de reflexión. Ese lugar se me hacía conocido.
Sin embargo, la tranquilidad se vio interrumpida momentos después, y mirando a mí alrededor fue como me di cuenta de que estaba siendo observado desde el inmenso bosque que se postraba a mis espaldas. Con una ropa oscura y observándome secretamente, el canino que vigilaba mi individualidad comenzó a alejarse.
«¡Ey! ¿Ese era Daren?» Señalé sorprendido ¿Qué hacia el aquí? Pensé que, si se encontraba en un sitio como este, tal vez podría decirme donde "estamos" así que decidí seguirlo.
Bajé y atravesé el arcoíris de flores para adentrarme al gigantesco bosque. Pero corriendo ahí dentro me di cuenta de que el lugar es más hermoso de lo que imaginaba en un principio.
No solo era un escenario rebosante de naturaleza, si no que esta no se asimilaba a algo que haya visto antes. El agua era de un azul celeste e intenso, pero lo suficientemente transparente para que pareciese agua. El césped siempre mantenía una reacción ante el viento, haciendo que nunca se mantuviera inmóvil. También había en cantidades exorbitantes un puñado de piedras blancas y relucientes resaltando alrededor de los árboles. Sólo para remarcar otra vez... Era como un paraíso.
Perdí de vista a Daren. Estuve corriendo durante un buen rato sin perseguir a nadie realmente. Ahora me encontraba perdido y cansado en tan maravilloso lugar, sin ninguna explicación, ni ninguna razón. Solo estaba ahí existiendo cuando no debería. Y de repente, lo encontré, me encontré con el escenario que cambiaría no sólo mi vida, si no mi persona y mi manera de ver las cosas.
Un adorno floral se mantenía presente frente a mí, un círculo blanco lleno de rosas rodeado de otros cinco más, pero con un color diferente, a excepción de uno, uno que se mantenía de color blanco.
«¿Qué es esto?» Pregunté en mi mente. Era una construcción bastante artificial como para que sea sólo casualidad, esto tenía que haber sido hecho por algo o alguien.
Y entre todo el cuestionamiento, de repente apareció entre los arbustos la sombra a la que buscaba corriendo, Daren Dagger.
—¿Es tu primera vez aquí, no es cierto? —Me preguntó con cierto resentimiento.
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Un Ocaso Sin Sentido [Furry]
Spirituale¿Qué pensarías si tu vida estuviera anclada a la de alguien más?, ¿qué harías si la importancia que le das a tu muerte desapareciera? Nathe es un joven de 19 años que se hace estas y más preguntas. Después de descubrir que hay más personas que compa...