— ¡Réquiem! ¡Réquiem!
—No puedo.
— ¡Vamos! ¡Ha pasado una eternidad desde la última vez!
—Lo estoy guardando para el momento oportuno, la situación tiene que permitírmelo, todas las condiciones tienen que estar preparadas para que a la hora de lanzarlo el efecto sea mayor y...
— ¡Te están rodeando! ¡Tienes que lanzarlo!
— ¡Hazle caso, tienes que hacerlo!
— ¡No está listo!
— ¡HAZLO!
Ante la presión de su audiencia, Lincoln no pudo soportarlo más. Tras activar su ítem de inmunidad mágica para evitar que cancelen su asalto, realizó la técnica final de su héroe. Unos segundos más tarde, habiendo reuniendo los espíritus de los guerreros caídos, Shadow Fiend activó su Réquiem de Almas, creando una explosión que ocupó gran parte de la pantalla de la computadora y acabó instantáneamente con tres de los cinco héroes enemigos, hiriendo de gravedad al resto. Clyde y Ronnie Anne gritaron emocionados, más aún cuando el resto del equipo de Lincoln dio caza a los oponentes que huían, acabando con la totalidad de ellos y allanando el camino hacia la victoria, que se conseguiría no mucho después.
Mientras el ordenador anunciaba "TRIPLE KILL" y tanto su mejor amigo como su novia se regocijaban en felicitaciones para ellos mismos, diciéndole que era sólo gracias a sus consejos que él había prácticamente ganado el juego, Lincoln sonrió. Si hubiese esperado al momento justo, el impacto habría sido mayor. Habría conseguido mejores reacciones de su audiencia y una mayor satisfacción por su labor, pero quizás no debía esperar a que fuera el momento justo, sino hacer las cosas mientras podía.
Tiempo era algo que no podía darse el lujo de perder.
Las últimas horas habían sido absolutamente fantásticas. Sus hermanas, su novia y él jugaron varias partidas de diferentes juegos de mesa. Lynn ganó la mayoría, como era habitual, pero formó una poderosa alianza con Lincoln y Lana cuando Lisa trajo Los Colonos de Gatán, y los tres festejaron el triunfo en aquella oportunidad. Poder sentarse y disfrutar de una tarde de calidad con sus seres queridos era un pequeño placer que cada día se hacía más y más importante para el chico, otrora de cabello blanco. Los juegos habían pasado entre risas, bromas y amigables provocaciones, con solo un par de ocasiones en las que alguna de sus hermanas se había excusado para ir al baño durante diez minutos y volver con los ojos ligeramente rojos una vez recompuesta.
Después de un largo rato, cuando la hora de la escuela ya habría terminado, Lincoln decidió enviarle un mensaje a Clyde para que se les uniera. Cinco minutos más tarde, la camioneta roja de los McBride tocaba la bocina desde la calle, y su mejor amigo golpeaba la puerta, listo para sumarse a la diversión. Clyde estaba tan entusiasmado por haber sido invitado que ni siquiera se desmayó cuando Lori accidentalmente rozó su mano durante un juego de cartas; simplemente quedó mirando al vacío durante cinco minutos sin reaccionar a estímulos externos.
Eran ya las tres de la tarde cuando Leni les sugirió a todas sus hermanas que Lincoln seguramente quería tiempo a solas con Ronnie Anne.
— ¡N-No es cierto! — Él se había quejado, sus mejillas del mismo color que el vestido de Lola.
— ¡Quedémonos un poco más! —Pidió Lana, aferrándose al brazo de su hermano mayor.
—P-Pero... —comenzó Leni, arqueando las cejas y mordiéndose el labio inferior— Es que... Él... Yo...
Lincoln le dirigió una mirada llena de curiosidad. Leni se veía rara. Ahora que ponía a pensárselo, había actuado extraño durante toda la tarde. Casi siempre se tomaba las cosas con ligereza, distrayéndose fácilmente y actuando de forma despistada. No era raro que no se viera cien por ciento concentrada en los juegos de mesa, que no se diera cuenta de que era su turno, o que se olvidara de las reglas de lo que fuera que estaban jugando por quinta vez en veinte minutos. Nada fuera de lo ordinario en ello. Lo que sí le llamaba la atención a Lincoln era la mirada perdida de su hermana, sentada con las rodillas contra el pecho, mirando a través de la ventana de su habitación.
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Réquiem por un Loud
FanficLincoln, el único hijo varón de la familia Loud, es diagnosticado con una enfermedad terminal. Sin nada que hacer, los mejores pronósticos le dan tan sólo unas pocas semanas de vida. ¿Cómo reacciona un niño de once años al enterarse que pronto morir...