Tu eres mi sol. Escanor x Lector.

El baile

El sol se empezaba a esconder detrás de las montañas formando un bellos atardecer; dentro del Sombrero de Jabalí todos corrían de un lado a otro poniéndose o cambiándose de ropa para lucir presentable esta noche por el baile que les habían dedicado los aldeanos por haberlos salvado de tal amenaza. Aunque a algunas personas no les entusiasmaba mucho la idea decidieron ir por la comida o por el alcohol que ofrecerian.

Elizabeth: Señor Meliodas, creo que será mejor que nos vayamos ya, no queremos llegar tarde a la fiesta.

Meliodas: Es cierto Elizabeth- tocando los pechos de ella- es hora de irnos.

Todos salían de la taberna con dirección al pueblo, pero aun había alguien sentado en la barra muy pensativo, lo cual el capitán de las sobras noto así que corto su caminata para dirigirse a hacía Escanor.

Hawk: Hey tu, ¿Qué haces aún aquí? Deberías estar yendo a la fiesta.

Escanor: No debo ir, no podría ver a Merlin a la cara.

Hawk: Vamos no seas tan orgulloso, pero será mejor que vayas pues la chica que salvaste la otra vez fue quien lo organizó, además si es por Merlin ella se arrepentirá por rechazarte al verte con "otras".

Escanor: Tienes razón, si pongo celosa a la señorita Merlin ella verá su error. Voy a ir.

Todos sonrían,bailaba, tomaban y disfrutaban el ambiente cálido de esa fiesta tan divertida; Elizabeth se encontraba a un lado de la pista observando la gran felicidad desbordada. De repente una persona se le acerca y le comienza a hablar.

Aldeano: Gracias, por ayudarnos. Llevábamos meses siendo manipulados por esas cosas.

Elizabeth: De nada, pero tengo una duda

Aldeano: Cuénteme su pregunta.

Elizabeth: Por lo que tengo entendido ustedes son un pueblo bastante pacífico ¿Qué sucedió como para que los demonios se hayan enfurecido?

Aldeano: Nos levantamos contra ellos.

Elizabeth: ¿En serio? Que valientes son.

Aldeano: Fue todo gracias a ella.

(Medio gráfico del comienzo)
En medio de la plaza, la joven de cabellos negros estaba en el escenario de madero, todas las miradas se posaron sobre si, entonces fue que una melodiosa voz inundó el lugar. Las familias se abrazaban, las parejas se miraban con toda la pasión reflejada en sus ojos, los ancianis y demás disfrutaban de la paz presente; los siete caballeros junto con la princesa y el cerdo se sentían más relajados en toda su vida gracias esa melodia que parecía cantará por las mismísimas diosas, como si la armonía llegará y la guerra no existiera. Esa sensación tan bella término algunos minutos después recibiendo aplausos por los presentes.

Elizabeth: Que bella voz tiene.

Aldeana: Sí, ella es nuestra salvadora.

Elizabeth: ¿Cómo que su salvadora?

Aldeano: Ella era aspirante a caballero sacro, una de las mejores para ser específicos; en una de las misiones que le habían encomendado paso por aquí. Está constaba en acabar con quienes se suponía apoyaban a los grandes pecadores, pero notó las maldades que hacían, evitó que le hicieran algo a nuestro pueblo con todas sus fuerzas, se decidió quedar aquí y aun que al principio no confiabamos en ella se gano todo nuestro aprecio.
Cuando se cansó de como nos trataban aquellas cosas se levantó en armas para acabar con esto.

Elizabeth: Se nota que la aprecian bastante.

Aldeano: Es una bendición de los dioses mandará a nosotros.

Escanor estaba en una mesa con los animos y la cabeza baja, aun con toda la felicidad en el aire nada lo ponía alegre, en eso alguien se acerca poniéndose frente a él haciéndolo alzar la cabeza.
Escanor: Hola, tu, em me gustó tu canción.

???: Gracias, tu eres el hombre musculoso ¿No?.

Escanor: Sí, ¿Cómo supiste?

???: Tu cara no cambia, te quería agradecer por todo.

Escanor: De nada,¿señorita?

Clarise: Clarise, mucho gusto...

Escanor: Escanor, el león del orgullo.