Luna Azul

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Ese fenómeno era algo raro en esos tiempos, pues el rey Bartra no había dicho nada sobre esto además de que este tenía una forma en su imagen anormal como alguien; nadie se atrevía a salir por miedo a lo que les podría suceder, esa sola cosa logró causar en el capitán un sentimiento sólo experimentado con la resurrección de los diez mandamientos. Nada iba a ser igual desde ahora eso lo sabía a la perfección aun que por otro lado una maga observaba con gran interés aquello pues la curiosidad la carcomia por dentro. Elizabeth comenzaba a tener un gran dolor en la cabeza y fue que entonces algo llegó a su mente.

-Ven, rápido Eli no quiero llegar tarde. O te voy a culpar por esto- la joven arrastraba a su amiga por un sendero.

-Voy lo más rápido que puedo- en el camino se iban casi cayendo por no estarse fijando lo que había- Oye ve con cuidado o nos terminaremos lastimando antes de que los veamos.

-Es cierto Eli, perdón es que no lo  visto en mucho tiempo y quisiera poder abrazarlo además de poder ver las estrellas esta noche- desacelero el paso en ese momento-

-Te entiendo y te aseguró que llegaremos a tiempo para que Mael pueda ver la sorpresa que le hiciste-

Las dos chicas se fueron después de esa charla a darle la bienvenida.

¿Qué era eso que acababa de ver?, ¿Quién era la chica a su lado?, ¿sorpresa? No entendía nada de lo que estaba viendo pero se le hacía tan familiar y no entendía porque pero sentía como si eso se relacionada con la Luna. Corrió hacía afuera para buscar a Meliodas necesitaba contarle lo que acababa de presenciar ella no conocía a la chica que vio eso era seguro.

Elizabeth: ¡Señor Meliodas!, ¡Señor Meliodas!

Meliodas: ¿Elizabeth? ¿qué pasa?

Elizabeth: Acabo de ver algo.

Meliodas: ¿Qué era Elizabeth?

Elizabeth: Había una chica y al parecer quería ver a un tal Mael.

Ese nombre, con la mención de éste el demonio se alteró peri decidió no demostrarlo pero también le preocupo el hecho de que Elizabeth había recordado algo.

Meliodas: Debió ser otra cosa, tal vez alguna sirvienta.

Elizabeth; Pero estoy segura que no lo era.

Meliodas: Sate Sate Sate, creo que te estas enfermando. Mejor ve a descansar o ¿quieres que vaya contigo?- como siempre el capitan comenzó a tocar los pechos de Elizabeth pero entonces el cerdo a lado se lanzó a darle varias golpes-

Hawk: ¿Cuántas veces te he dicho que no hagas eso cerdo?

Elizabeth: Ya basta Hawk, creo que será mejor que vaya a descansar. Que duerma bien señor Meliodas.

Meliodas: Adiós.

En eso que la joven entró alguien tomo su lugar a lado del capitán.

Merlin: Esto es algo interesante, sólo había oido leyendas de esto. Dime capitán ¿sabes algo de esto?

Meliodas: Sólo lo mismo que tú, historias.

Merlín: Sólo espero que no sea algo más para enfrentar.

Esa conversación terminó rápidamente pero aún no entendía que era esa Luna tan rara, de hecho no eran los únicos que lo vieron y que se preguntaron porqué el astro tendría ese cambio.

Zeldris: No hay dudas que esto es algo nuevo.

Monseep: Algo grande va a pasar, en eso no hay duda.

Zeldris: Hay que preparanos no sabemos que es lo que ocurrida después.

Y vaya que nadie tenía idea de las consecuencias que traía, sin que nadie pudiera saberlo estarían a punto de enfrentar algo demasiado grande para los dos lados. Una nueva guerra se desataría en poco tiempo, una muy grande que sería difícil de contener pero demasiado. A la luz de la Luna Clarise estaba en el exterior admirando lo resplandeciente que se veía y el color que había tomado, para ella eso era una maravilla que no quería perderse aun que algo en su interior la llamaba un sentimiento grande. Como si la misma Luna le hablará

Tu eres mi sol.    Escanor x Lector.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora