Tu eres mi sol. Escanor x Lector.

¿Quién eres?.

Estaban a punto de llegar a su destino, adentro los pecados capitales desayunaban tranquilamente
Pero todo eso pareció desaparecer pues de un momento a otro estaban bajo ataque, los demonios ya habian notado su presencia.
Meliodas: Todos, prepárense porque vamos a saltar.

Ban: Tan temprano y ya empezó la diversión~ Que bien~

Entonces fue que los siete salieron a enfretar a esos demonios que al parecer tenían una de las aldeas que debían liberar estaba bajo "fuego", por lo que de inmediato  comenzaron a hacer su labor lo más rápido posible para terminar ya con esa aldea y seguir adelante, o mínimo poder terminar de almorzar tranquilamente. Todos iban por su lado,  Diana estaba contra demonios grises que estaban en las fronteras del pueblo, King con algunos demonios rojos, Gowther estaba evacuando a la gente del pueblo junto con Merlin hacia la taberna para mientras se desacian de las "pestes", Elizabeth estaba en la taberna curando a los heridos, Meliodas y Ban terminaban con aquellos que estuvieran cerca de las cosechas, mientras que Escanor luchaba en lo que era el centro del pueblo.

Cuando el pecado del Orgullo se retiraba pudo escuchar por una de las calles algo que logró captar su total atención.
-¡¡ALEJATE DE AQUÍ MONSTRUO, NO DEJARÉ QUE DAÑES A ESTAS PERSONAS!!- se acercó al lugar donde provenían los gritos, se asombro de ver a una joven de cabellos negros luchando con un simple palo contra un demonio rojo para proteger a una familia detrás de ella.
-¡¡No te tengo miedo horroroso demonio!!, cuando yo lo diga corran- en eso lanzó el palo hacia la cara del demonio-¡Ahora!- el padre se llevó a uno de sus hijos mientras su esposa otro, cuando el demonio fijo su mirada en la pobre gente la chica lanzó un chiflido llamando su atención para que los otros pudieran escapar- Por aquí tonto- la pelinegra corrió unos cuantos metros lo más veloz que pudo pero en su escapada otro monstruo se le puso en frente dejandola acorralada.

Escanor estaba congelado al ver tal acto de valentía que acababa de presenciar, pero su impresión no dura más que unos segundos debía hacer algo- Será mejor que actúe ahora, ¡Hey tu monstruo, ¿cómo te atreves a intentar dañar a una señorita? Te voy a enseñar algunos modales- los demonios estaban en llamas de un momento a otro, el pecado del orgullo sostenía a la joven es sus brazos.

Cuando abrió los ojos se encontró en una habitación, no recordaba como había llegado a ese lugar, de hecho aseguraba que lo más probablemente ella debía estar muerta. Se levantó de la cama con pereza para luego bajar hasta lo que parecía ser una taberna; sus ojos se abrieron de par en par al ver que varias de las personas del pueblo estaban ahí, sanos y salvos- No puedo creerlo, ¿Quiénes fueron nuestros salvadores?- pregunto con gran interés- Fueron los siete pecados capitales- respondió un niño de cabellos castaños, señalando a unas personas detrás de la chica- Será mejor que descanses- le dijo una joven de largo cabello gris- ¿Qué sucedió?, ¿Cómo es que llegue aquí? - su cabeza le daba vueltas por lo que decidió tomar asiento en una de las mesas más cercanas- Tranquila, mi nombre es Elizabeth la tercera princesa de Liones y viajo con los siete pecados capitales para derrotar al clan demonio. Vinimos a tu pueblo para liberarlo del control que los tenía bajo tanto miedo; y te llegaste con algo de fiebre, tal ves por el hecho de que Escanor fue quien te trajo, así que te dejamos descansar en una de las habitaciones para que te mejoradas y ¡¡Ahhh!!- de repente un niño rubio apareció y comenzó a manosear a Elizabeth mientras ella no ponía jn gran esfuezo para quitarselo de encima.

Diana: Lamento que hayas visto eso, dejame presentarte a mis compañeros; yo soy Diana, el de la almohada es King, el que esta cocinando es Ban, ella es Merlin, el capitán, el es Gowther y Escanor esta a fuera. ¿Cuál es tu nombre?

La chica apenas si comprendía lo que pasaba cuando se le vino algo a la cabeza- Esta es una taberna ¿verdad?- pregunto con rapidez a la gigante- Sí, pero porque- Se los diré luego, pero por favor quédense esta noche para darles las gracias que se merecen por salvarnos- la pelinegra salió corriendo hacia la alde dejando extrañados a todos, mientras corría Escanor la observaba a los lejos su silueta- ¿Quién eres como para hacer que la olvidará por unos momentos?- Escanor decidió entrar al sombrero de jabalí para descansar un poco.