Amatista arregla mi cabello y me coloca la chaqueta con cuidado mientras espero a que me de mi recuerdo.
-No lo tengo, asumo que sabes porque no. Fue un movimiento muy torpe de tu parte…- me reprocha con la mirada furiosa
-¿Y que si lo fue? Tenia que intentarlo.- le respondo encogiéndome de hombros
-¿Qué pretendías con eso? Cuando mataras a alguien con ese anillo todo el mundo se daría cuenta de que hiciste trampa. Hubieras obligado a que los organizadores te maten dentro de la arena de todas maneras.- me dice un poco menos severa
-Era para Demian, no tenia la intención de matar así a nadie mas-respondo casi en un susurro
-¿Así? ¿Así de que manera?- me pregunta perpleja
- El anillo se transformaba en una púa, tenia veneno adentro. El veneno eventualmente te mata pero puede tardar días, solo quería hacerlo sufrir… por días.- le digo revelando mi mas oscuro pensamiento
-¿Demian? Demian, el muchacho que te golpeaba cuando eras una niña ¿Ese Demian?- pregunta pestañando varias veces, seguramente intentando que las palabras cobren algún sentido en su cabeza
-Golpear… mmm hubiera tolerado golpizas, las hubiera aguantado. Me acechaba y buscaba el momento perfecto para darme caza. Iba a tener merecido cada momento de dolor que planeara para el. Lo único que deseaba es que no se muriera tan rápido de dolor para poder desollarlo con mis manos
Amatista coloca ambas manos sobre su boca horrorizada por lo que acabo de decir. Incluso yo me encuentro horrorizada de mi misma, esa era mi intención, encontrar una cueva, llevar a Demian adormecido por el veneno y torturarlo hasta que me cansara y terminara por desollarlo parte por parte.
-“Tributos colocarse en las plataformas de lanzamiento”- anuncia una voz
-¿Por qué querías la sortija ahora? Demian no esta aquí.
-La quería para mi misma, el juego no dura mas de dos o tres días durante ese tiempo podría haber ayudado a Cato a mantenerse con vida y cuando llegara el momento… cuando llegara el momento el no se vería obligado a matarme, yo solo… yo solo moriría frente a el.
-10…7…5…3…1
Corro lo mas rápido posible hacia la Cornucopia, golpeo a personas a mi camino, no me detengo a ver quienes son. Son solo sombras para mi, imágenes borrosas y hace que sea mucho mas fácil así. En el camino cruzo a un costado de Glimmer, esta acuchillando a una niña con excesivo entusiasmo, su sangre me salpica y siento como se escapa un gemido de mi boca. Soy fuerte y probablemente podría dejar a muchos inconscientes a golpes, pero lo haría siempre y cuando yo sintiera que lo merecieran. No puedo acuchillar, no puedo degollar, no puedo asesinar… Ellos no lo merecen, ninguno de nosotros lo merece. Cuando llego a la Cornucopia me volteo para encontrar a Clove, ella esta a pocos metros atacando a un niño, matándolo sin pensarlo dos veces. Pero cada vez que su puñal atraviesa los músculos de ese muchacho veo como sus ojos se cierran fuertemente, escucho el grito que libera como si estuviera sintiendo dolor. Clove casi parece estar llorando, pero sin las lagrimas que puedan probarlo.
Siento una pelea a mis espaldas, una muchacha del distrito seis intenta escapar de un niño del cinco, veo como el muchacho la golpea con la parte inferior de su mano.
“¿Ahora vas a llorar?” escucho la voz de mi padre en mi cabeza… “¿Vas a pedir ayuda?” continua y escucho esa risa arrogante llena de amor propio “¡te marque desde niña, perra! Eres mías, tus padres te regalaron ellos sabían quien era yo…” Otro golpe el niño del cinco esta teniendo un verdadero viaje de placer golpeándola o es que mis ojos solo pueden ver eso, mi madre en el piso y un hombre que disfruta maltratándola. “Debería matarte maldita rata débil”… Algo en mi se despierta y tomo al tributo del cinco y empiezo a ahorcarlo, mis manos presionan fuertemente en su cuello y no es hasta que escucho un débil “crac” que decido soltarlo. La muchacha corre lo mas rápido posible, temerosa de ser la próxima, esta a salvo por ahora…
Amargamente tengo a mi padre abusivo, a mi débil madre y al maldito de Demian que agradecer por darle un rostro a años de violencia y enojo guardados, sus rostros van a ser los que vea cada vez que mate a un tributo. Superar estos juegos será casi tan parecido a vivir en el dos con violencia injustificada, con odio implantado de manera artificial en tu cerebro, y con la única palabra que puede tener sentido dando vueltas en tu cabeza: SUPERVIVENCIA
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Me lance hacia él sin razón alguna, no me iba a atacar, solo quería una mochila de suministros entonces ¿Por qué tuve que matarlo? Al parecer mis instintos de supervivencia no tendrán que esperar a ser despertados, y tampoco tendré que forzarlos a salir de mi interior.
Mate a un muchacho sin razón alguna. Mi cuchillo atravesó su piel, su carne y choco contra huesos mas de una docena de veces e irónicamente hacerlo me dolió como a el le debe haber dolido sentirlo. Definitivamente después de esto no hay vida, no podre volver, no quiero volver, mi alma ya esta dañada y no quiero convertirme en un monstruo y rodearme de gente inocente.
Quiero llorar y gritar, deshacerme de toda esta ira que tengo dentro de mi y es entonces cuando la veo, Katniss Everdeen. Corro hasta llegar a una distancia donde se que mi cuchillo acertara en ella, lo lanzo pero ella lo detiene con un morral. Estoy a punto de correr para ahorcarla con mis propias manos, quiero sentir como su respiración se vuelve superficial, como su pulso empieza a detenerse en mis manos, quiero sentir como se le escapa la vida… Una niña me empuja intentando de apuñalarme, no tiene la fuerza ,ni la técnica para atravesar a alguien con un cuchillo. Su propia arma se vuelve en su contra, pero esta fue usada por mis manos ya cubiertas de sangre. Cuando levanto la mirada la tributo del 12 ha escapado y la ira crece aun mas dentro de mi.
Miro el cuerpo de la muchacha en el suelo, ni siquiera se su nombre, no recuerdo haber visto su cara en los entrenamientos. Ella no era nadie y ahora es nada “para ti” me dice una voz en mi cabeza “Ella fue alguien para su familia, para sus amigos, tal también lo fue para algún muchacho…” Coloco mis manos en mi cabeza suplicándole a mi cerebro que calle esa voz no puedo darme el lujo de darle relevancia a mi conciencia.
“Puedo mantenerme callada, pero tu propias acciones ya te están asqueando sin que yo tenga que recordártelo. Quieres matar a una malnutrida niña del distrito doce porque estas proyectando tu ira. Pronto lo descubrirás…” ¿Es eso cierto? Pero no entiendo el significado completo de las palabras de mi conciencia ¿Por qué odio tanto a Katniss Everdeen?
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Los Trágicos Amantes del Distrito Dos: Cato y Clove (Reeditando)
FanfictionEsta es la historia de los verdaderos amantes trágicos de los 74 Juegos del Hambre.