Todavía no puedo creer que el panadero del distrito doce haya robado mi estrategia. Aunque pensándolo bien, esta muy mal llamarlo una estrategia, ya que es la historia de mi vida, la razón por la cual aun sigo en pie y con fuerzas para pelear ¿Sera igual para el? ¿Qué tan real era su historia? Vi el fuego en sus ojos al observarla en los entrenamientos ¿pero eso era amor? Aun así no fue justo que se atribuyeran un amor trágico para ganar patrocinadores, no cuando en realidad hay dos personas sufriendo esa historia en carne propia. Clove me ama y yo a ella, Mellark vive una fantasía, Katniss Everdeen esta solo por ella y nadie mas asi como cada uno de los tributos que entraran en la arena en tan solo unos días.
Cuando llegamos a nuestro piso Enobaria nos lanza una mirada asesina y murmura para si misma “que desperdicio” y camina hacia su habitación sin mirar atrás.
-Que raro, yo diría que lo hicimos bastante bien- dice Clove mientras empieza a pasar sus cabellos entre sus dedos para desarmar su peinado
-Deberíamos haber dicho la verdad, el por que estamos aquí- le digo intentando captar su mirada
-Aun continuas con esa idea estúpida- dice mientras arroja un puñado de clips para el cabello- Esta hecho, ya pasamos las entrevistas y no hay nada que se pueda cambiar ¿Para que molestarse con la posibilidad de algo que no va a suceder?
-Podríamos ser nosotros ¿sabes? Esos que dejaran impactados a todos después de la entrevista, no los del doce. Ellos pueden pelear como se supone que deben hacerlo, pero nosotros- digo tomando de su mano- nosotros deberíamos aprovechar cualquier oportunidad para que el publico se compadezca de nuestra situación.
-Sinceramente creo que Enobaria tiene razón con respecto a ti- dice zafándose de mi agarre con violencia- ¿Eres estúpido o te golpeaste la cabeza en el tren?
-No entiendo porque tienes que actuar así frente a mi- le digo sin poder ocultar el dolor en mi voz
-No es un acto Cato, es lo que soy y lo que tu deberías ser ¿De verdad piensas que nos creerían una historia así? Somos del distrito dos Cato- me dice mientras sacude su cabello dejándolo completamente enmarañado y salvaje- Somos profesionales, vivimos para esto. El doce solo tiene carbón, y nadie dudaría del amor que pueda existir entre esos dos. En cambio tu y yo…- dice mientras señala el espacio entre los dos- eso nunca tendría que haber pasado, nunca tendría que haber existido un nosotros.
Y sin mas me deja congelado en mi lugar, Clove se despide poco a poco de mi. Antes de la entrevista se desmorono, dijo que no quería morir, que no quería estar aquí, y ahora cumple sus deseos. Clove se ha ido, esta cada vez mas lejos de mi y en su lugar esta su malvado alter ego, una profesional que no quiere amarme ni ser amada
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Clove destruyó cuatro espejos, dos vasijas decorativas y todos los contenidos de la vitrina en su baño. Necesitaba expulsar toda su rabia e impotencia fuera de su cuerpo, pero no podía hacerlo en privado. No, los “amables” anfitriones del capitolio enviaron dos avoxes hombres para evitar que cometiera una estupidez como suicidarse. Cuando la joven termino de destrozar los objetos de cristal en su habitación, no se sentía satisfecha y decidió desquitarse con una almohada. La escena podría haber sido una obra de arte, una de las mas bellas, pensaban los Avoxes. Observar los pequeños pedazos de cristales reflejando las luces de su habitación mientras las plumas volaban alrededor de la muchacha era como una poesía. Era muy difícil para cualquiera evitar ver la belleza en todo ese desastre provocado por el estallido de violencia de la muchacha, era mas difícil aun si el observador era un avox ¿Cómo no apreciar la belleza de ese desastre cuando se es un esclavo? Además de que aquellos sirvientes se podían sentir muy identificados con la tributo ¡Como deseaban ellos deshacerse de esa energía que les oprimía en el pecho! Pero no podían…
Cuando Clove termino con su episodio, uno de los avoxes la tomo en sus brazos y la llevo al baño, mientras que otro salía por la puerta. El sirviente la coloco delicadamente sobre la bañera y empezó a levantar los cristales del suelo con un artefacto que parecía atraerlos como si fueran metal e imán. Minutos mas tarde una muchacha avox cruzo la puerta e hizo un gesto con la cabeza para que su compañero se retirara, Clove miraba toda la escena como si estuviera fuera de su cuerpo. No estaba allí, no podía sentir nada, ¿Cómo podía estar allí cuando ni siquiera estaba consciente de lo que la rodeaba? aun cuando sabia que el agua haría que los cortes en sus pies y en sus manos ardieran, no hizo el mas mínimo movimiento para evitarlo. La silenciosa sirviente la desvistió cuidadosamente y como si fuera una madre con su hija la baño y acaricio cada una de sus heridas con ternura.
Cuando Clove estuvo completamente aseada y vestida con el camisón mas confortante del mundo salió del baño con su muda compañera. La habitación estaba completamente limpia y las piezas destrozadas ya habían sido reemplazadas por nuevas, eso no le gustaba para nada a la tributo en especial por el espejo que estaba frente a su cama
-¿Podrías…?- empezó a decir la muchacha pero la avox ya se encontraba en la tarea. Cubría el espejo con una sabana mientras Clove intentaba relajarse. Había algo a lo que Clove temía mas que las trampas que la esperaban en la arena y eso era su propio reflejo. Temía ver a la criatura que la miraría a través de sus propios ojos…
La sirviente se sentó cerca de ella y empezó a acariciar el cabello de la muchacha, como si intentara consolarla. Antes de retirarse la avox tomo una de las manos de Clove y las puso en su corazón, estaba indicándole que sentía lo mismo y por primera vez en el mucho tiempo la tributo pudo sonreír. Por lo menos pudo hallar consuelo en saber que su miseria acabaría en tan solo unos días, su pobre anfitriona en cambio padecería una vida llena de remordimientos, con la prueba de su error en su propio cuerpo
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Los Trágicos Amantes del Distrito Dos: Cato y Clove (Reeditando)
FanficEsta es la historia de los verdaderos amantes trágicos de los 74 Juegos del Hambre.