Tony inicio su día martes escuchando los gritos de Wade Wilson. En un imprudente acto se había dormido frente a la computadora horas atrás; aquella costumbre innecesaria debía ser eliminada de su sistema cuanto antes pues podía ser atacado en su estado más vulnerable, o eso era de lo que lo convencía su paranoica y lastimada mente.
En el escritorio frente a él Peter Parker babeaba el teclado de su propia computadora, cada ciertos minutos se quejaba y agitaba una mano cual cachorro atormentado por una pesadilla. El muchacho actualmente pasaba más tiempo con él millonario que con su propia tía que no parecía realmente alegre por el rumbo que estaban tomando las cosas.
Tony hizo tronar sus huesos y se levanto, el laboratorio estaba iluminado por la luz natural que entraba por las prominentes ventanas y los arcaicos robots construidos en una época más austera se mantenían sumergidos en un falso sueño, a la espera de despertar con una orden. Camino hasta el adolescente y peino con ternura el cabello castaño; sus sueños estaban plagados de aventuras y risas, vio muchas veces su propio rostro, más amable y jovial, presentarse en ellos felicitando al niño o simplemente expresando calidos sentimientos.
Era un alivio saberse amado aún después de todo, y Tony sintió un profundo aprecio explotar en su pecho.
— Es solo un chiquillo. —la voz de Ultrón retumbo en el lugar—. Ya veras como también te abandona.
Tony alzo la mirada, el androide lo observaba con sus ojillos rojos desde el montón de chatarra donde estaba oculto. Peter no sospechaba de su presencia o del objetivo de aquello en lo que tan duramente ayudaba.
— Por el momento a resultado más honesto que mis verdaderos hijos. —contesto. Porque incluso Visión dentro de su inocencia y buenas intenciones le había ocultado cosas.
Escucho un poderoso golpe viajar por el pasillo, Wade debía estar intentado abrir el piso para hacer aparecer el living, había desarrollado una insana curiosidad por descubrir como funcionaban ciertas cosas en la torre.
— Te estas rodeando de idiotas.
— Eres la clara muestra que si. —contesto el genio y atravesó la puerta viéndose tan fresco y perfecto como si no hubiera pasado la noche durmiendo en una silla.
Los ruidos solo se hacían más fuertes mientras avanzaba por el pasillo. Deadpool se había acostumbrado perfectamente a la vida en la torre, disfrutaba de la pequeña porción de poder que le tocaba al vivir en aquel lugar y ser amigo del majestuoso Tony Stark que le permitía y concedía cada una de sus extravagancias.
Por su parte Tony consideraba la presencia del mercenario una agradable compañía que proporcionaba a su vida la cantidad justa de diversión y distracción que le permitía no olvidar el hombre que alguna vez fue. En las cinco semanas que Wade llevaba a su lado se había visto en la urgencia de intervenir en cuatro oportunidades ante el gobierno y los x men que buscaban corregir al travieso hombre. Solo su cortes amistad con el profesor X había evitado que Wolverine irrumpiera buscando despedazar al enmascarado después de una broma particularmente audaz.
Tony se aproximo a Wade con discreción, a veces este reaccionaba violentamente ante la ligereza de sus movimientos.
— Pensaba que habías superado la frustración. —comento jovialmente.
Wade se giro soltando la empuñadura de la espada que permaneció clavada en el costoso pero arruinado suelo del salón. Stark lo contemplaba con una sonrisita despreocupada.
— Le causaras una aneurisma a Pepper, pero desde luego tú no buscas eso.
Wade odiaba a la pelirroja casi tanto como ella a él. Tony lo sabía y no intervenía.
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Mente maestra
FanfictionAnthony jamás dudo de si mismo, nada estaba fuera del alcance de su ingenio. Durante años vivió creyendo que lo tenía todo, confinado en su costosa burbuja de hedonismo. No reconoció la infelicidad hasta que rozo la dicha sincera. Sin embargo, el t...