20 de Diciembre de 1989.
Freddie estaba sentado en la sala de su casa, estaba nervioso, llevaba ahí unas cuantas horas y aún no sabía nada de Jim.
Su pareja había empezado a sufrir de terribles dolores en la madrugada y rápidamente Freddie pidió que llamarán a un médico y desde el momento en que médico había entrado a la habitación de Jim no había vuelto a saber de él.
Había avisado a sus compañeros de la banda que no podría asistir a la grabación y ellos aceptaron y mandaron sus mejores deseos a Jim.
El médico se acercó a él.
— Señor Mercury –lo llamo el hombre cortésmente.
— ¿Cómo se encuentra Jim? –pregunto Freddie.
— Pues le aplicamos algunos medicamentos, no muy grave por el momento, pero parecía que el señor Hutton había sido sometido a altos niveles de estrés y esto en su condición no es nada bueno –dijo el hombre.
Freddie inmediatamente supo a qué se refería, el estrés por su desaparición había causado aquello.
— ¿Estará bien? –pregunto preocupado.
— Sí, solo necesita un descanso –dijo el médico.
— ¿Puedo verlo? –pregunto.
— Preferiría que no, el señor Hutton necesita estar en un ambiente tranquilo y descansar, mejor esperé un poco más –dijo el médico.
— Entiendo –dijo Freddie un tanto desilusionado.
— Le recomiendo la contratación de un médico personal, podría tenerlo en casa –aconsejo el profesional– con su permiso me retiro –aviso el hombre.
Freddie asistió y se volvió a sentar.
Empezó a sentirse culpable, por sus tonterías hizo que Jim sufriera.
Le había prometido que no haría sufrir más y fue lo primero que hizo.
Freddie se mantuvo con la mirada pérdida en todo momento, sus manos estaban temblorosas y su cuerpo estaba tenso.
Sin soportar mucho ante el cansancio cayó tendido en el sofá, quedando completamente dormido.
-
1 de Enero.
El frío le quemaba las manos, sus mejillas estaban congeladas y sus ojos estaban cansados y reflejaban tristeza.
Miraba la gran estructura que había frente a él y sentía inmensas ganas de llorar.
Con cuidado abrió su chaqueta y saco un pequeño estuche de madera, lo abrió y miró lo que había dentro, dos anillos de compromiso de oro blanco y un pequeño medallón de plata.
Tomo el medallón, lo acerco a su rostro y lo beso, para después dejarlo sobre su pecho.
— Perdóname –pidió al aire, como si alguien lo escuchará, mientras que algunas lágrimas bajaban por sus mejillas.
Volvió a colocar el medallón dentro del estuche y de su bolsillo saco una pequeña fotografía, en ella podían verse a Jim y él, abrazados, sonriendo, felices y totalmente enamorados, había sido el día de su boda.
Colocó la fotografía dentro del estuche, lo cerró y se acercó la tumba que había frente a él, un año había pasado y aún no lo superaba, jamás lo haría.
— Algún día, un día nos volveremos a encontrar y ese día podremos ser felices en un gran castillo y ahí tú serás el rey –dijo colocando el estuche dentro de la capilla.
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Un Año Para Amar.
FanfictionUn año, solo un año, pero... ¿Qué se podía hacer en un año? ¿Qué puedes cambiar en un año? Muchas cosas podían se podían hacer, muchas se pueden cambiar, muchas se pueden reparar. [UNIVERSO ALTERNATIVO.] Se toman algunas cosas de la realidad y otras...