25 de Diciembre de 1989.
Jim despertó exaltado, había tenido una pesadilla, estaba desorientado, no sabía dónde estaba, después de unos segundos logró recordar el día anterior y pudo sentir como sus mejillas se sonrojaban y su corazón se aceleraba.
Tocó a un costado de la cama y pudo sentir el cuerpo de Freddie, a pesar de la oscuridad podía notar lo relajado que se encontraba.
Jim se acercó a él y beso su mejilla, a lo que el mayor se removió y se acurrucó contra su cuerpo, mientras que Jim se recostó detrás de él para abrazarlo.
— ¿Me amas? –le pregunto el menor en su oído.
— Mucho –respondió Freddie.
A lo que el menor se sorprendió y levantó la cabeza para mirarlo por encima de su hombro.
Notó como los ojos de Freddie estaban cerrados y su boca estaba entre abierta.
Jim se volvió a recostar y movió su mano, hasta que sintió como Freddie la sujetaba, impidiéndole alejarse.
Trato de mover su brazo, pero Freddie se había aferrado a él, cual oso a un tronco.
Después de varios intentos se dio por vencido y mejor decidió volver a dormir.
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— Mi amor, mi vida, mi corazón, mi cielo, dueño de mis latidos y suspiros, despierta, cariño –le decía Freddie.
Jim solo se giró y le dio la espalda.
— ¡Qué despiertes! –dijo tocándole la mejilla y después la retiro para tocar su espalda.
A lo que Jim rápidamente se levantó.
— ¡Estás frío! –grito el menor.
— Es que está nevando –dijo el mayor con ilusión.
— ¿Pero por qué estás frío? –pregunto el menor antes de mirarlo.
Cuando se giró y miró a Freddie, este estaba totalmente abrigado y con sus mejillas y nariz sonrojadas, mientras que sonría con gran inocencia.
— Es navidad –dijo el mayor.
Jim sonrió por lo adorable que se veía Freddie.
— Feliz navidad, mi amor –dijo Jim.
Freddie se acercó a él y lo abrazó.
— Pensé que lo habrías olvidado –dijo el mayor.
— Eso nunca –respondió antes de darle un beso– te ves muy adorable –dijo separándose.
— Yo no soy adorable –dijo mirándolo.
— Sí, claro –le dio la razón.
— Date una ducha y ve al comedor –dijo Freddie tocándole el pecho.
— Llevamos unas horas de casados y ya me mandas –bromeo el menor.
— No necesitábamos estar casados para que yo te mandará, querido –dijo Freddie.
— Una cosa es que me mandaras y otra es que te obedeciera –dijo Jim.
— Solo haz lo que te pedí, por favor –dijo Freddie antes de darle un beso.
— Esta bien –dijo Jim, suspirando, pues sabía que no le ganaría.
Freddie palmeó su mejilla y se alejó.
— Te espero abajo –indico y finalmente salió.
Jim solo suspiro y se dedicó a seleccionar su ropa.
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Un Año Para Amar.
أدب الهواةUn año, solo un año, pero... ¿Qué se podía hacer en un año? ¿Qué puedes cambiar en un año? Muchas cosas podían se podían hacer, muchas se pueden cambiar, muchas se pueden reparar. [UNIVERSO ALTERNATIVO.] Se toman algunas cosas de la realidad y otras...