O6: Espaces bleus.

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Baek está siendo arreglando, cuando el timbre del departamento resuena por el lugar.

JiMin coloca los pequeños calcetines, mientras JungKook se levanta de la cama y se encamina hacia la entrada.

—Hace frío ¿uhm? Quizá podamos tomar una siesta.

El bebé parpadea tan bonito que JiMin termina embobado, tirando de un par de guantecitos para proteger por completo al niño.

—JiMin.

Ladeando el rostro, atiende al llamado incómodo de JungKook.

—YoonGi está en nuestra sala.

Los nervios se disparan, mientras su semblante se vuelve un poco mas rígido. JungKook le regresa la mirada alterada y suspira, caminando hasta quedar de rodillas frente a un adormilado bebé.

Que YoonGi esté en su casa, después de tres meses sin señales de querer hacerlo, solo significa que ha llegado el momento de entregar a Baek. O quizá no, pero tampoco pueden negar ante la idea.

JiMin se sorprende a sí mismo siendo egoísta ante la sola idea de alejarse del niño que ha cuidado por meses y que ya tiene una parte de su corazón ganado.

—No podemos darle a Baek solo porque sí.

JungKook niega, tomando el pequeño pie en su mano y sonriendo hacia lo chiquito que es.

—No es nuestro Minnie, él es su padre.

—Un padre que llegó tres meses después y uno del que no sé, que tan rehabilitado pueda estar.

JiMin se pone de pie, observando una vez mas al bebé y avanzando hacia la salida.

—Cuidalo un momento. —Pide a su pareja, instantes después sale y cierra la puerta con cuidado.

El ruido de sus pasos se amortiguan sobre la alfombra y el nudo se instala en su garganta a medida que avanza. ¿Que quiere YoonGi de todas formas? Y lo mas importante ¿desde cuando actúa de esa forma?

YoonGi le recibe con una mirada cansada, ojeras oscuras bajo sus bonitos y penetrantes ojos.

—Hola.

Y es su voz la que termina por desarmarle.

Con mucho pesar, JiMin entiende que su aparente nerviosismo no se debe al hecho de que probablemente Min ha ido por su hijo, si no al sencillo hecho de estar justo en el mismo espacio que el.

Su corazón late con fuerza y todo JiMin parece descontrolarse ante su presencia.

—¿Es por Baek?

YoonGi suspira, hundiéndose mas en el sofá color chocolate y negando a la par.

—No.

Con cuidado, JiMin se acerca a él, tomando asiento del otro extremo y analizando a su mayor.

YoonGi luce.. todo lo bien que podría estar si compara al de hace unos meses. Él no apesta a alcohol, aunque si a tabaco. Pero está limpio, un poco mas estable de lo que estuvo la ultima vez que le vio.

—¿No?

De nuevo, YoonGi niega.

—Quiero decir, si quiero verlo.. solo si tu estas de acuerdo.

El entrecejo de JiMin se frunce en confusión. ¿De verdad está pidiendo permiso para ver a su hijo?

—YoonGi, no necesitas de un permiso para ver a Baek.

Pero ha sido el mismo quien pensó en negárselo.

—Está en la habitación, puedo traerlo si tu quieres.

Con una última dudosa afirmación, JiMin regresa a paso apurado. JungKook le observa atento, mientras toma al dormido bebé en sus brazos. Él no dice nada y JiMin se lo agradece, pues justo en esos momentos, no necesita de un peso extra en los hombros.

De regreso en la sala y con Baek dormido en sus brazos, JiMin observa el momento exacto en que YoonGi se rompe de nuevo. El sentimiento de ver una parte de si mismo que negó con ahínco, le lastima y JiMin lo entiende muy en el fondo.

Baek es una copia de YoonGi, nada de TaeHyung y aunque el asunto suene cruel.. quizá es mejor así.

—Él es Baek, ahora esta dormidito. —Su voz sale bajita, atento al rostro bonito del bebé. —¿Quieres conocerlo?

YoonGi asiente en medio de espasmos que le imposibilitan hablar y JiMin le sonríe con simpatía.

Acerca al bebé despacio, depositándolo en los brazos de su padre por primera vez y resistiendo las ganas de llorar ante lo increíble que aquella escena es.

Baek ahora está siendo sostenido por una de las personas que debería cuidarlo de todo y de todos, y aunque YoonGi diga que no está listo, el puede ver la sonrisa sincera y asustada en sus labios y el instinto protector al sostener mas de cerca un niño que es suyo y del que fue, el amor de su vida.

—Oye. —YoonGi besa la suave frente del bebé, ganando un suspiro de reconocimiento.

Y JiMin entiende que es así como funciona el amor verdadero, el de un padre y su hijo.

—Se parece mucho a ti. —Susurra quedamente, no queriendo romper la burbuja que YoonGi construyó con su hijo.

Pese a lo que creyó, el mayor asiente sin levantar la mirada.

—Es mejor así, yo.. necesito, quiero empezar de nuevo.

«Olvidar el pasado que le lastima y enfrentar el futuro que se mira hermoso, como el bebé que descansa contra su pecho.»

Grow © YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora