JiMin titubea ante la pregunta que JungKook le ha hecho instantes atrás y mismos donde entró en un estado de auténtica incertidumbre.
Parpadea, luciendo muy confundido y causando una risita por parte del otro, mientras el pequeño bebé en la cama, se remueve.
—¿Has considerado tener un bebé? —JungKook repite. —No ahora, pero más adelante.
"No."
Ellos nunca han tenido ese tipo de conversaciones. JungKook jamás había querido presionarle con algo de semejante peso, pero después de su compromiso, quizá se ha replanteado cosas que antes no.
Porque después de todo, JiMin sigue siendo un doncel y ellos van a casarse y formar una familia.
—No lo sé, supongo que sí.
JiMin sabe que ha sonado como si aquello fuese una obligación, algo que JungKook espera que pueda darle. Pero hay algo que.. no se siente correcto.
—JiMin..
—Lo sé, algún día lo tendremos.
JiMin sonríe nerviosamente y continúa con el labor de vestir a Baek. Las mejillas del bebé están sonrojadas y su pequeño entrecejo se encuentra fruncido, haciéndole lucir como la copia de su padre.
YoonGi.
Después de la última dura conversación, ellos no habían insistido. YoonGi aparecería en su departamento para visitar a Baek y tratar de ignorar su presencia. Aquello también dolía.
Lo hacia porque JiMin le amaba de una forma que no podía ser mas, de una que prometió no sentir para hacer feliz al que fue como su pequeño hermano y que sin embargo, se había ido y con ello se había llevado la promesa de no querer más a Min YoonGi.
Pero JiMin tampoco se veía lastimando a JungKook de esa forma.. dejando sus promesas sólo para ser feliz él y de nuevo, lastimar a un tercero.
En ese juego, el único culpable pasaba a ser él.
—.. y no quiero que lo tomes como una obligación.
JiMin negó aún sin ver a su prometido y cargó en sus brazos al bebé. El aroma de Baek le relajó sólo un poquito y le dio el valor de dar media vuelta y enfrentar a JungKook.
—Nunca dije que tener un hijo contigo, fuese una obligación. Nos vamos a casar y un bebé vendrá de esa unión.
—Si. —JungKook cruzó los brazos sobre su pecho. —Pero sigues escuchandote como si de una obligación se tratara.
Besando la frente del bebé, JiMin guardó silencio y observó fijamente a Kook. Él quería transmitir tantas cosas, muchas de las que nunca diría en voz alta y muchas de las cuáles, el otro prefería ignorar.
JungKook bajo la mirada hacia el bebé y JiMin fue testigo del momento exacto en que los ojos del hombre parecieron cristalizarse.
—Kook..
—No hagas eso JiMin, n-no actúes como si lo que yo estuviese pensando, no fuese exactamente lo que estas deseando.
JiMin frunció el entrecejo e hizo ademán de caminar hasta la esquina donde el otro se mantenía, pero Kook negó y bajó los brazos, sorbiendo de su nariz y esquivando su preocupada mirada.
—Puedes seguir negandolo ante ti mismo, pero en el fondo deseas que Baek fuese tuyo y de YoonGi. —Soltando un suspiro tembloroso, pasó una mano por su cabello y sorbió de nuevo. —De YoonGi y no mio.
JiMin se paralizó y apretó un poco al bebé que soltaba carcajadas ante el tintineo de los pendientes en su oreja.
Todo lo que JiMin no quería, era precisamente que JungKook creyera cosas que no eran. Él amaba a ese bebé, sí, pero seguía siendo de su mejor amigo y de YoonGi y JiMin nunca podría desear otra cosa.
JungKook chasqueó ante su actitud y JiMin se removió en su sitio a mitad de la habitación.
—De nada sirve que sigas negando lo que es.. yo siempre he sabido de tu amor por él y lo acepté porque te quiero.
El chico empujó su cuerpo hacia la puerta y apretó el puente de su nariz. Estaba tratando tan jodidamente de no arremeter en contra de JIMin y sacar todo eso que le estaba dañando.
—Pero estoy intentando hacerme creer que vale la pena JiMin, porque tu lo vales y muchísimo, pero creo que en este punto de mi muy puñetera vida.. empiezo a ser consciente de que yo también valgo lo suficiente como para dejar ir lo que no es mío y quererme yo.
JungKook no le miró ni una otra vez. Él salió de la habitación y le dejó sumergido entre su remordimiento y las carcajadas del bebé.
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Grow © YoonMin
Hayran KurguTaeHyung le dejó dos preciados regalos antes de morir. Teté, quien había sido su mejor amigo desde que ambos estaba en preescolar y JiMin tendría que aprender a cuidar de un corazón roto y un pequeño bebé recién nacido. © Totales de la hermosa porta...