Fugaz III - El ruido del silencio

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No te miento

cuando digo que te amo

como a nadie,

como nunca,

ni cuando digo

que le temo al futuro.


Que me haces pedazos

con tus palabras

y me tomas de la mano

antes de caer a esos abismos.

Que hay días

que revuelves mis pensamientos

y no sé ni qué pensar.


¿Sabes?

He amanecido en un otoño hermoso,

de vividos colores.

He reído y he llorado.

He descansado a la sombra

llenándome de paz

y también,

en ocasiones,

he querido prenderle

fuego a mis escritos

hasta que llegue la primavera.


Me he perdido varias veces

hasta el punto

de no reconocer mis manos

(ni las tuyas)

y me he encontrado entera

en la comisura de tu boca

y así

de la misma manera

en que no sé

cómo terminar una frase,

de la nada,

sin esperarlo,

simplemente le subo el volumen al silencio

y me pierdo de nuevo.

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