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Despertó, de nuevo en la habitación del hospital donde había perdido el conocimiento tras enterarse de una noticia que lo sorprendió por completo, ¿cómo demonios podía estar embarazado? Naruto decidió utilizar condón después de marcarlo y también anudarlo, se habían estado cuidando después de dicha fecha y aún más cuando Sasuke entró en celo, ¿a caso las anticonceptivas y el condón no funcionaron?

No podía mentalizarse con un bebé, apenas sabia cuidarse a si mismo como para tener que cuidar a alguien tan pequeño. No era responsable con nada, todo el tiempo sus sirvientes le cumplían sus caprichos, le lavaban su ropa, se la planchaban y nunca cocinó, él mismo se consideraba un inútil con las tareas del hogar e incluso Naruto le impedía hacer las cosas en su departamento.

¡El hijo es de uno! No para que alguien más lo cuide y el solo pensar que tendría que cuidarlo, lo ponía nervioso.

Dejó de pensar en ello en cuanto escuchó como alguien entró a la habitación, encontrándose con la presencia de Naruto quien tenía un chocolate caliente en la mano. Sus miradas se encontraron y pronto, se dieron cuenta de que tenían que discutir sobre el asunto y tomar una decisión importante a pesar de que Naruto ya la había tomado mientras estuvo inconsciente.

- ¿Cómo te sientes? -preguntó, asentando su bebida en el pequeño buró.

Sasuke, apartó la mirada de Naruto y se centró en observar sus manos con las que jugaba, demostrando lo nervioso e incómodo que se sentía con la situación era claro que Naruto lo entendía pero, muy en el fondo estaba seguro de que algo malo iba a salir de los labios de su omega. Fueron varios minutos en silencio y ninguno iba a insistir a que el otro hablase, cada uno debía de tomarse su tiempo y pensar con claridad las palabras qur debían decir. Sin embargo...

- ¿Ahora que voy a hacer? -susurró, mirando sus manos con una pequeña mueca, pero fue escuchado por su pareja quien suspiró preocupado.

-Tranquilo, hablaremos de ello en nuestra casa. Estamos juntos en esto, no pienses individualmente -habló y notó como el azabache bajaba la cabeza, demostrando lo avergonzado que se sentía.

-Naruto... tengo 17, no puedo tener un bebé ahora -añadió, mirando hacia otro punto de la habitación.

-Este no es el lugar, ni el momento. Es mejor que esperemos, ahora lo mejor es que descanses -interrumpió, dandole un beso en la frente y marchandose de la habitación a pensar en lo que haría.

Sasuke, tomó con fuerza la almohada que yacía en su cama y la lanzó justamente por el lugar donde se marchó su alfa, estaba molesto y sentía una enorme frustración debido a la noticia que el medico le otorgó. Nunca antes se sentió así y lo enojó que el rubio lo dejara solo, era cierto que no era el momento más oportuno para hablar sobre el tema, en especial cuando ambos estaban igual de confundidos.

Lo único que le quedaba en ese entonces, era descansar y aprovechar su tiempo a solas para tomar una decisión por su cuenta o encontrar una respuesta logica a cualquier enfrentamiento que llegase a tener con su pareja, ya que después de ver la mirada de Naruto, estaba seguro de que él deseaba tener a dicho bebé. Sasuke, estaba realmente aterrado, anteriormente ni siquiera se imaginó tener de pareja a un alfa y menos tener un hijo a temprana edad, aún recordaba aquel sueño de graduarce de la universidad y trabajar para volverse alguien independiente, de esa forma liberarse de su familia prejuiciosa.

Sentimientos recónditos. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora