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Historia paralela.

Tercera pareja.

|Segunda parte|











Gimió con fuerza al sentir como su miembro era apretado por el interior del peliplata. Era un sentimiento extraño, ya que lo estaba disfrutando, pero al mismo tiempo las feromonas dominantes de dicho alfa lo asqueaban de una forma distinta, como si tratara de hacerlo perder la razón y su cuerpo se negara a caer ante dicho sujeto.

Su manera de moverse encima de él era placentera y satisfactoria, el peliplata sabía como volver loco a cualquiera que estuviese debajo. Obito, no podía creer que un alfa estuviera complaciendo a tal punto de olvidarse incluso de la hora o de lo que estaba haciendo antes de encontrarse con él.

El peliplata hecho su espalda hacia atrás al igual que levantó las piernas para que el azabache lograra deleitarse con la maravillosa vista de sus cuerpos conectados, solo era capaz de pensar en el arriba y abajo que daba aquel alfa tan sexi. Estaba sorprendido de la manera tan descabellada de moverse del hombre que lo estaba montando, sabía lo que estaba haciendo y eso le fascinaba a Obito, que una persona experimentada estuviera encima suyo lo traía loco.

El olor de ambas feromonas haría caer al piso a cualquiera, ambos eran poderosos, sin embargo; el poder del peliplata era superior, su valor empresiaral era incomparable y eso provocaba aquella pequeña incomodidad en quien lo penetraba, era claro que le gustaba ver como movía sus caderas, pero el solo hecho de que se tratara de un alfa lo hacía pensar en sí estaba bien lo que estaba ocurriendo en dicha habitación.

Los movimientos de que a quien embestia eran extremadamente buenos, provocaba que el erecto miembro de Obito se sacudiera en su interior a punto de llegar al orgasmo, pero jugaba con este al detener sus movimientos obligandolo a durar un poco más, eso lo volvía loco, quería llenarlo después de tanto tiempo sin tener relaciones. En los últimos meses, luego de que volvió a ver a Deidara tras su ruptura con Itachi, muchas veces intentó acostarse con alguien de la clase omega o beta, pero los recuerdos del rostro de Deidara le impedían continuar con su trabajo. Aunque en ese preciso momento, él no estaba haciendo el trabajo, sino quien estaba encima suyo demostrandole lo bueno que era el tener sexo con desconocidos.

—Quiero que cambiemos de posición —indicó Obito, sujetando laa piernas del peliplata y con la fuerza de su abdomen se reincorporó hasta dejarlo debajo suyo sin salir de él.

Tan solo lo empujó para quedar encima suyo y que este se recostara en el colchon que estaban utlizando.

Comenzó a moverse, logrando escuchar los gemidos gustosos del peliplata así que aceleró los movimientos y la fuerza de estos provocando pequeños sonidos que resonaban en la habitación en cuanto chocaban sus cuerpos. El sudor de ambos también ayudaba a que el sonido se intensificara, ambos lo disfrutaban de la misma forma y eso generaba más deseo por parte de ambos cuerpos, necesitaban más de cada uno a pesar de que sus cuerpos eran parecidos en cuanto volumen, había algo seductor en el cuerpo del peliplata qie ni siquiera Obito podía describir.

—Todavía no sé tu nombre —comentó el azabache, mientras tomaba aire.

—Me llamo Kakashi... —gimió con una sonrisa y Obito asintió.

—Es un gusto conocerte de esta manera, me llamo Uchiha Obito —se presentó en cuanto pausó sus movimientos.

Un beso intensificó la exitasión entre ambos, ocasionando que el peliplata se viniera salpicando el abdomen de ambos y Obito, se separó para mirar como había quedado el alfa debajo suyo, llevandose una magnifica vista de un peliplateado devastado, desnudo y cubierto de sudor que respiraba con dificultad gracias al cansancio, eso ayudó a que Obito se viniera dentro de este.

Sentimientos recónditos. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora