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Abrió y cerró repetidas veces los ojos para estabilizarse, encontrándose una vez más con la familiar habitación de Naruto, así que se levantó de golpe encontrándose con el lugar vacío lo que lo confundió por completo. Recordaba que el rubio lo había tomado a la fuerza antes de subir al elevador y que lo introdujo a su departamento con la consciencia casi perdida.

Se levantó de la cama y se dirigió hacia la puerta de la habitación, encontrándose a un lado al rubio desvanecido, no pudo evitar preocuparse por su pésimo estado y se colocó de cuclillas para quedar cara a cara con él, estaba sin camiseta al igual que su respiración estaba agitada como si hubiera frenado de golpe algo que deseaba hacer. Estiró su mano hacia el rostro de Naruto para acariciarlo con delicadeza y antes de apartarla, este la tomó con suavidad conectando al fin sus miradas.

—Me detuve... —susurró, dejando caer su cabeza contra el hombro mostrando lo rendido que estaba.

Tomó sus mejillas con fuerza y las estiró, provocando que un pequeño quejido saliera de sus labios. Estaba enojado porque utilizó las feromonas en su contra para impedirle que se marchara y aunque sintió algo de terror por la situación en la que terminaron, Naruto había hecho algo prácticamente imposible, ¿quién podía resistir el celo?

—Eres un idiota... —murmuró, sentándose encima de sus piernas y abrazándolo con fuerza por el cuello.

— ¿Vas a casarte con otro alfa? —preguntó, escondiendo su rostro en el cuello del azabache.

—Mi padre quiere que lo haga, sabe que tuve sexo contigo y no esta de acuerdo con eso. No me cortejaste y tampoco diste la cara, él esta seguro que solo me éstas utilizando —informó alejándose un par de centímetros.

—Todo fue tan rápido para ambos, solo nos dejamos guiar por la química que tenemos durante el sexo —declaró—. Es estúpido pensar que si no eres tú, no puede ser otro...

—La única manera de evitar que mi padre nos separe es con un embarazo o que me marques como tu omega —sugirió con una curva sonrisa ya que se trataba de una broma—. No quiero que alguien más que no seas tú me toque...

—Deberiamos hacerlo... —chasqueó la lengua y el azabache rió ante aquella respuesta.

Colocó su mano en la frente de Naruto, dándose cuenta de que su temperatura estaba aumentando gracias al celo que aún no descargaba así que comenzó a moverse lentamente, estimulando su miembro contra el suyo provocando que este gruñera por culpa del roce tan satisfactorio que sentía.

—Una vez que comencemos no podré parar... —anunció, recibiendo en respuesta un beso apasionado que lo excitó.

No pudo evitar separarse para dirigir su nariz en dirección a la cabeza del chico, deleitándose con su delicioso aroma de fresas con crema y un toque especial de vainilla, no tenía más opción que hecharle la culpa a su celo, ya que el aroma del omega era mucho más fuerte que las veces anteriores. Todo el tiempo le gustó, desde la primera vez que se encerró con él en el baño le llamó su atención su aroma tan específico y distinguido; muchas personas tenían el típico olor a fresas pero Sasuke, era una mezcla entre tres diferentes aromas.

"No tengo idea de lo que veo en ti, tampoco que es lo que tanto me atrae pero, estoy seguro de que tienes algo que los demás no." pensó Naruto, volviendo a besarlo con furor.

Sentimientos recónditos. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora