+18 escenas explícitas y lenguaje fuerte.
La puesta del sol en la bella cuidad de konoha es la maravilla más hermosa a los ojos de los ciudadanos ese tono naranja y rojizo lo hace armónico,
el intenso sol calienta sus pálidos rostros, esa fue la últ...
--Este mundo jamás será lo que esperaba y sino pertenezco a el ¿Quién habría imaginado?
--No dejaré sólo, todo lo que poseo, para hacerte sentir que no es demasiado tarde, nunca es demasiado tarde.
--Coro. Incluso si digo que todo irá bien, aún te oigo decir que quieres acabar con tú vida, ahora y de nuevo intentemos mantenernos vivos, tal vez le demos la vuelta a todo.
--"Porque no es demasiado tarde, nunca es demasiado tarde"
POV. Indra.
--Nunca nadie verás este lado reflejado y si algo va mal ¿Quién lo habría imaginado? Y he dejado sólo todo lo que poseo, para hacerte sentir que no es demasiado tarde, nunca es demasiado tarde.
--El mundo que conocíamos no volverá, el tiempo que hemos perdido no podrá regresar, la vida que tuvimos, no será nuestra otra vez.
--Coro. . . --Porque no es demasiado tarde, Nena nunca es demasiado tarde. ...............................................................
--Indra. La ceremonia de Ashura fue todo un éxito, nosotros como ellos lo habían pedido fuimos sus padrinos de bodas, mi Cerezo estaba feliz por su amiga y mi hermano no se cambiaba por nadie.
"Dentro de poco yo estaré en su lugar lleno de dicha al tener a Sakura como mi esposa"
Tal y como lo había dicho compre una enorme casa campestre a las afueras de la ciudad, con un espléndido jardín donde mi Sakura cultivo sus flores de todo tipo de colores y fragancias, Sakumi disfrutaba de todo el espacio que tenía para jugar, tenía un maravilloso hogar lleno de amor.
--Sakura. Teníamos tres meses de vivir juntos los tres en nuestra casa, mi prometido todas las mañanas salía rumbo a la clínica, como siempre lo despediamos con un beso y un abrazo, Indra me sorprendió con una hermosa sortija bañada en oro blanco y una esmeralda rosada en la mitad, decía que ese tesoro se parecía a mi.
Tanto como la mía como la de él llevaban nuestros nombres grabados, sólo faltaba una semana para ser nuestra boda, siempre quise casarme en un lugar sagrado y de historia el castillo Himeji/ Japón era un lugar encantado con una hermosa arquitectura y paisajes tranquilos allí sería nuestra Unión, mi querido casi-esposo estuvo de acuerdo.
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Contaba los días, las horas y los minutos para que ese día llegase, las chicas fueron mis cómplices a la hora de elegir el vestido cada una dio su opinión para terminar eligiendo un modelo exclusivo y diseñado por todas, Indra se moriría al verme.
