004 || Luna

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Capítulo especial 4: Luna.
Segundo libro

Serena observó la mano de Darien que mantenía la de ella entrelazada. Podía escuchar las miles de personas alrededor del auto donde se encontraban. Estaba asustada. Darien apretó su mano suavemente, asegurandole que todo saldría bien sin decir una palabra. La rubia se quitó entonces un mechon de cabello de su rostro, y miró a quien ahora era su esposo.

— Darien. — lo llamo. Su voz sonó temblorosa. Él la miró inmediatamente. — ¿Desde ahora serás Endymion por siempre?

Darien sonrió levemente. — Para los demás, si. Para tí, como desees.

— Pero para todos... seremos Endymion y Serenity ahora. Ya no seremos Darien y Serena. — dijo ella, con un tanto de tristeza.

— Siempre seremos Darien y Serena. — dijo él. — No importa como nos llamen los demás, somos tu y yo contra el mundo. No debes tener miedo.

— Pero...¿Y si lo hago mal? ¿Y si no soy una buena reina? — preguntó ella, mirando ahora por la ventanilla de aquel auto. — Tengo miedo de no ser suficiente, Darien.

— Oye, no digas eso. — Darien entonces soltó su mano, y tomo el rostro de la chica con cuidado para hacerla mirarlo. — Eres perfecta, ¿bien? Eres suficiente. Eres más que suficiente. Serás la mejor reina, la mejor madre, y la mejor esposa. Ahora sonríe, hoy no es día para estar tristes.

Serena sonrió, asintiendo, mientras arreglaba su traje luego. Justo después de la ceremonia, los novios fueron directamente a cambiarse para la coronación. Luego de la misma, irian al lugar de su luna de miel, y estarían alli hasta principios de diciembre. Era un buen descanso que ambos merecían, y todos se querían encargar del reino mientras ellos no estaban para dejarlos disfrutar del principio de un nuevo capítulo en sus historias. Cuando el auto se detuvo, Serena supo que era momento de afrontar la realidad; en ese momento no solo se había convertido en la esposa de Darien, pero también sería la Neo Reina Serenity. Darien bajo del auto, ayudando a Serena a bajarse junto a él, mientras se escuchaban las miles de conversaciones a su alrededor. Habian muchas personas, tantas que Serena no podía encontrar a sus conocidos. Darien la guío hasta la entrada del castillo de cristal al que Serena no había entrado hasta ahora. Al entrar, sintió algo que no pensaba que sentiría; se sentía en casa. Se sentía tranquila, en paz. La chica se detuvo en seco, pensando que si se movía podría acabar con como se sentía.

— ¿Pasa algo, Serena? — preguntó el chico.

— Es...— Serena miró todo el lugar antes de mirar a su esposo. — Me siento...bien aqui. Me siento en casa...Darien, me gusta aquí.

Darien sonrió, acercandose para abrazar a la chica. Ella apoyo la cabeza en su pecho, sonriendo de la misma forma. Tal vez no sería tan malo todo eso del futuro, o al menos eso ella quería pensar.

— Todo estará bien. Estaremos juntos para siempre, aqui en nuestro hogar. Te lo prometo. — dijo Darien en un murmuro.

Luego se dirigieron a donde sería la coronación. Serena sentía que estaba temblando, aunque queria pensar que solo era por que su traje no era indicado para el frio dentro del castillo. Cuando ambos se detuvieron frente a las puertas cerradas, vieron a Luna y Artemis casi correr hasta ellos en su forma humana.

— ¿Todo listo? — dijo Artemis, y Luna lo tomó del brazo mientras miraba a la pareja. — Aquí esta el cristal.

Artemis le tendió el cristal de plata a Serena, quien lo tomó con cuidado. El cristal era lo que mantenía no solo el castillo, pero todo el reino de Tokio y la salud casi inmortal de todos los seres humanos desde hacía unos años. Serena se lo había dado a Darien, pidiéndole que lo guardara en el castillo, pues ya ella no podía utilizarlo para ser Sailor Moon. Luna miro a Serena, sonriéndole ampliamente.

Destinados [Saga Destino] [SD1.5]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora