006 || Ruta a la eternidad

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Capítulo especial 6: Ruta a la eternidad.
Segundo libro

1. Michiru y Haruka
(1 año y medio después del final del segundo libro. Antes de la boda de Darien y Serena).

Michiru cerró los ojos, escuchando la suave melodía que su violín estaba emitiendo mientras las olas tocaban sus pies. El olor de sal llenaba sus fosas nasales, y que solo su música se escuchara la llenaba de tranquilidad. La melodía de "eterna eternidad" sonaba por toda la playa que estaba vacia, pues siendo apenas las cinco de la mañana era una razón para que no estuviese mucha gente al rededor. Michiru paró de tocar, sintiendo la suave brisa del viento chocar contra sus mejillas y hacerla abrir los ojos. Aquello la hizo sonreir antes de que se girara sobre sus pies.

— Buenos días, Haruka. — dijo ella en un tono sereno. — No se supone que me puedas ver hoy.

— No seas tonta. — dijo con una sonrisa algo adormilada. — ¿Por qué no vuelves a la cama?

— El sol esta saliendo. — dijo ella, acercándose a la rubia. — ¿Te desperté?

— Cuando no te siento en la cama; despierto. —dijo ella, mirando el cielo. — Aun los demás duermen.

Michiru dejó el violín en el suelo, lejos del agua, luego acercándose a la rubia para abrazarla. Haruka suspiró viendo como la otra chica colocaba la cabeza sobre su pecho, escuchando los latidos de su amada con atención. Por un momento le pareció todo un sueño; hace años, ese momento le parecia algo imposible...solo una ilusión de una niña. Pero ahora...ahora tenía a la mujer que amaba junto a ella, en el dia de su boda, apunto de empezar una eternidad.

— Michiru. — la llamó Haruka luego de unos minutos asi, en silenció.

— ¿Sí? — Michiru levantó la vista, tomando ambas manos de Haruka y entrelazando sus dedos con una sonrisa. La rubia le sonrió devuelta.

— Me alegro de que todo lo que ha pasado...me haya llevado a ti. — dijo con sinceridad. — Tanto tiempo sola...tanta tristeza y dolor...me llevo a conocerte. Y desde hoy hasta la eternidad, prometo que no importa qué, te buscaré y te amaré con la misma intensidad.

Michiru le sonrió, pero sus ojos se cristalizaron. Haruka se alarmó, pero ella nego suavemente para tranquilizarla. Tomo una bocada de aire, tranquilizandose antes de hablar.

— Luego de tantas eternidades... Tantas cosas que hemos vivido, por fin tendremos un final feliz, ¿verdad? — Haruka la miró, débil como pocas veces la lograba ver, y la abrazo con calidez.

— No hay nada que nos vaya a separar nunca más. Sabes que no creo mucho en esas cosas que dices, pero si creo que hay algo fuerte que nos unirá siempre...tal vez no un hilo rojo, como dices, pero nuestro amor siempre lo va a lograr todo. — dijo la rubia, acariciando el cabello de su amada. — Si nos separan...te voy a encontrar.

— Yo también te buscaré, lo prometo. El día que esta vida acabe...Te busqué en la eternidad, y lo haré otra vez...y a tu lado estaré eternamente. — Michiru sonrió.

— Sabia que no me podía librar de ti.

— ¿Acaso querías? Ninguna de las niñas que te gustan podrían ofrecerte lo mismo que yo. — Michiru se cruzó de brazos haciendo a su prometida reir.

— No seas celosa. — Haruka dejó un beso en su frente.— Voy a volver adentro antes que Setsuna me arrastre por las orejas al vernos aquí.

— Nos vemos luego. — Michiru dejo un beso en los labios de la rubia, luego tomando su violín en cuanto la chica volvió a la caseta donde se estaban quedando.

Michiru recordó el día que se conocieron. Ella había deseado tanto poder conocer a Haruka; le intrigaba de muchas maneras. Nunca antes se había sentido asi por alguien, mucho menos una chica, y cuando por fin la tuvo de frente fue como si la conociera de toda la vida. Sintió que aquella mujer...que Haruka Tenoh era la persona que siempre habia estado buscando. Cuando se convirtió en guardiana, lo supo con más seguridad. Haruka era aquella persona que había estado buscando sin saberlo. Recordó entonces sus primeras batallas, o cuando ella misma pensó que no podía más...Haruka le tomó las manos cada una de las veces y le repitió que lo lograrían. Hicieron la promesa de que si a una le pasaba algo, la otra la dejaría, y había sido idea de la propia Michiru. No podía pensar en la idea de que a Haruka le pasará algo por culpa de ella. También recordó la primera vez que se atrevió a besarla. Fue la primera vez que Michiru tembló de nervios frente a alguien; sentía que el corazón se le saldría del pecho. Pero cuando beso a aquella chica...ahi entendió por qué había tenido tanto miedo de perderla. Quería estar con ella por siempre, y desde aquel beso se prometió a si misma estarlo.

Destinados [Saga Destino] [SD1.5]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora