Capítulo 34

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NAVIDAD.

¡Papááááá! —Peter corría escaleras abajo por toda la torre buscando a su papá Steve, mientras Tony lo perseguía con un suéter rojo en las manos.

Al fin lo encontró en la cocina, corrió hasta él gritando y se afrerro a su pierna como si su vida dependiera de ello.

—¡Peter, ven aquí! —Tony entro a la cocina molesto. El menor se escondió detrás de su padre que solo los miraba confundido. ¡Te lo pones porque te lo pones!

—¡No! ¡No quiero ponerme ese suéter feo! —Tony corrió hasta él, pero Peter corrió alrededor de Steve, quien tuvo que alejarse de la estufa viendo como los dos castaños corrían alrededor de él.

—¡Te pones el suéter que tu abuela te trajo de Italia, ya! —Estuvo a punto de atrapar al niño hasta que Steve logro tomarlo de la cintura antes de que ambos se lastimaran por correr cerca de estufa. —¡Steve, sueltame!

—¡¿Y por qué no te pones tú el suéter que también te dió la abuela?!

—¡Porque no!

—¡No te gusta y le tienes miedo a la abuela!

—Por supuesto. Pero como tú eres menor ¡Puedo obligarte!

—¡No quiero!

Peter logró correr de nuevo escapando de su padre y de ese horrendo suéter.
Stark iba a correr tras su hijo de 10 años, pero unas manos que aún rodeaban su cintura se lo impidieron.

Volteo a mirar a su esposo con reproche, necesitaba obligar al pequeño Rogers Stark a ponerse ese suéter como sea.

—No deberías obligar a Peter a ponerse eso sí no quiere. —Steve estiró su mano para apagar la estufa, Tony intentó escapar de él en ese instante, pero las fuertes manos de su esposo volvieron a su cintura.

—Me da igual si quiere o no. Mamá enloquecerá si no ve a alguien con eso, y ese alguien no voy a ser yo. —Steve rió por la actitud de su marido. Se acercó más y le robó un corto beso.

—Yo me pongo el tuyo, si quieres y así ninguno tendrá problemas.

Sin importar cuantos años llevarán juntos, sin importar cuantas veces había visto ese gesto de amabilidad de Steve, a Tony siempre le provocaría un pequeño calor en el pecho y unas inmensas ganas de sonreír.
Sentía como si el rubio aún tratará de enamorarlo –más de lo que ya está– con su pequeñas muestras de amabilidad hacia él.

Apresar de los 10 años que llevan juntos, Tony aún puede decir que se enamora cada vez más de ese hombre. Steve siempre sabe qué hacer para provocar reacciones en el castaño una y otra vez, y que se sientan igual de placenteras y hermosas que la primera vez que las sintió, como ejemplo, está. Los pequeños gestos de para que se sientan bien él y Peter.

Esa también es otra razón por la que se sigue enamorando de él. Steve fue quien le dió a Peter. De no ser por Rogers probablemente ni siquiera hubiera pensado en la posiblidad de tener un hijo.

Ver como Steve juega con él día tras día, le enseña a cocinar, dibuja con él y llena de risas la torre, lo hace enamorarse más. ¿Qué sería de su vida sin Steve? ¿Sin su hijo? Definitivamente sería un completo infierno.

La palabra Playboy, con la que era descrito tiene un significado distinto para él desde hace ya varios años. Antes, al ser nombrado así, se sentía deseado y con el poder de tener cualquier persona a su alcance; ahora, al escuchar que era nombrado Ex-Playboy se sentía feliz, al saber que ahora solo había un riquísimo rubio musculoso a su alcance y un hermoso niño que le hace tener un motivo por el cual vivir.

Secuestro || Stony ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora