Secuestro || Stony ||

Capítulo 35

NO QUIERO VERTE CON NOVIECITOS HASTA LOS 18.

—¡Peter, ya ven a cenar! —Grito Steve, otra vez, desde la cocina. —¡Tony, tú también ven a cenar!

—¡Ya voy! —Respondieron ambos castaños al unisono en desde diferentes lugares de aquel piso de la torre.

Era la quinta vez que Steve llamaba su esposo e hijo a cenar. Ya estaba por terminar de servir la comida, pero aún así ellos no daban señales de aparecer para la cena.

Stark se encontraba reparando a una de sus armaduras. Al final, Tony si había terminado su más grande invento.

Tony, desde hace unos años que había inventado su primera armadura, Mark 1. Cómo le gustaba llamarle su marido.
Al principio la idea de Tony era vender las armaduras pero, por puro capricho, decisión quedárselas para él solito.
Ahora que la había perfeccionado para volar, salía a dar vueltas con ella; por más que Tony quisiera ocultarlo, sabía perfectamente que había atrapado ya a bastantes ladrones en sus paseos “secretos”. Y todo esto lo ponían muy nerviso por el bienestar de su Tony.

También, hace tres años, el equipo Avengers ganó un campeonato mundial de fútbol americano, y este fue el último partido de Steve, Bucky y Thor, pues decidieron retirarse para que nuevos talentos más jóvenes tuvieran su momento de fama. Además de que les habían propuesto otro trabajo que siempre llamó la atención del rubio.

Nick Fury, un viejo amigo de Tony –quien era el ex-jefe de Sharon– años atrás había sido reclutado por el gobierno, debido a sus experiencias del pasado, para ser el director de una organización militar especial. Fury al conocer a Steve le ofreció trabajo de militar y Steve acepto sin dudarlo, junto con Buck, Thor y Sam. Este último renunció a su trabajo de entrenador, pues sin sus amigos no tenía porque estar allí.

Un cambio muy radical en la vida de este grupo de amigos.

Peter cumplió 13 años hace unas semanas. El prodigio resultó ser muy parecido a su padre Tony. En este preciso instante estaba en su habitación inventando algo, que esperaba, no fuera nada peligroso.

Inconscientemente sonrío, no podía dejar de agracerle al cielo por cumplir su sueño, tener un mini Tony corriendo por la casa. Su vida hasta el momento era de lo más feliz ¿Qué más podía pedir que estar con sus dos castaños?

10 minutos después...

No. Suficiente. No más inventos antes de cenar.

Steve fue hasta el pasillo donde estaba el cuarto de su hijo. Abrió la puerta y vio como su hijo de espaldas a la puerta se sobresaltaba y se quitaba los audífonos del susto, volteo a miaralo pálido del susto. Estaba en la computadora, en la pantalla pudo reconocer a Harry Osborn comiendo algo con sus audífonos igual puestos, el amigo de Peter que había conocido hace ya varios años. Al parecer estaban en medio de una vídeo llamada.

—¡Papá! ¡Toca antes de entrar! Casi me da un infarto...

Steve entro y le arrebató los audífonos del cuello a su hijo.

—¡Hey! ¿Qué estás haciendo?

Acerco el micrófono de los auriculares a su boca y miro a la pantalla donde Harry solo sonreía por la expresión de Peter.