Culpable mi Jefe (Saga Culpable)

Parte 22

22.

Cómo dije anteriormente firme los documentos y me retiré a mi puesto, tenía curiosidad de saber que decía la carta, ya estaba lista para abrirla y fui interrumpida por Karina.

- Paula, no me has contado como te fue en el viaje en París, y ya abre la carta quiero saber qué dice.

- Bueno te propongo algo, una pijamada está noche en mi casa para los dos y Mateo, y te cuento todo lo del viaje.

- Pues no sé amiga, no he avisado en casa, mi esposo y los niños se quedarán solos.

- Será solo por una noche, quiero contarte todo amiga.

- Esta bien, avisaré en casa y cambiando tema, tengo unos posibles candidatos que pueden ser tu admirador.

- ¿cómo? Por qué dices eso amiga, habla a ver.

- Recuerdas a Dave el contador de finanzas.

- Sí amiga, pero tengo tiempo que no lo veo.

Les contaré un poco de Dave, es el contador de finanzas de la agencia, es un hombre alto, de cuerpo delgado, muy atlético, de cabello negro, ojos verdes y unos ojos muy particulares, parecen ojitos de oso muy tiernos.

Dave desde que llegue a la compañía hace 3 años demostró un cierto interés por mí, yo lo veía como un amigo, él era muy atento y detallista, podría ser una opción de mi admirador secreto.

- Si lo sé Paula, pero recuerdas que él te traía detalles a ti, y ahora no lo hace por qué no está cerca y hoy particularmente lo vi cerca de nuestra oficina.

- Me estás hablando en serio, Dave es guapo, pero lo dudo amiga. ¿En quién otro piensas? Te conozco y sé que hay no termina la lista.

- John Cortés amiga – inquirió

- El nuevo asistente de Ramón, por Dios, ese es un niño, tiene como 20 años, por qué pensaste en él.

- Recuerdas que en San Valentín te trajo un ramo de rosas y unos chocolates muy ricos.

- Sabes amiga lo había olvidado, pero tienes razón, yo también pienso, que puede ser algún inversionista y no descarto a André ese le gusta hacer bromas, en casa lo continuamos por qué no terminaré hoy.

Karina en vez de ayudarme puso más grande mi cabeza pensando en esa persona que me enviaba esos detalles, varios compañeros me daban cosas y me miraban mucho.

Algunos no disimulaban su cara de deseo por mí, eso me molestaba, por qué no teníamos confianza, en muchas ocasiones me sentí violada con todas esas miradas, me desnudaban y no sé cuántas veces se imaginaban teniendo sexo conmigo.

Se me pudo venir la posibilidad que podía ser John, el asistente de Ramón, las veces que iba a la oficina de él, el chico se quedaba mirándome de una forma muy tierna, sus ojos se iluminaban cuando iba a la oficina, pero es tan solo un niño muy guapo.

Ese niño que en mi despertaba era ternura, lo veía como un hermanito menor, sus ojos cafés claros son muy lindos, combinan con ese pelo castaño claro, esa piel trigueña, sus estatura es promedio entre los 1.70 metros, he notado que María, la chica de recepción lo mira con ojos de amor, pero él ni siquiera lo nota, los dos harían una buena pareja, la chica es muy guapa y acta para él.

Ya quería que terminará la jornada, estaba súper agotada, había llegado tarde del viaje, me tocó salir para el trabajo, entre tantas cosas, había olvidado llamar a mi sobrina para que me llevará a mi bebé a la casa.

- Hola Katy, mi niña cómo estás, puedes pasar por mi casa a dejarme mi bebé - inquirí

- Hola tía, no puedo pasar hoy por tu casa - respondió